Las colinas de Komor V

En aquel momento no pensaba en lo que pasaría si los descubrían, solo pensaba en el placer y en el amor que sentía cuando aquel humano estaba cerca de ella, cuando podía sentir el calor de su miembro en su interior.

V

*Como todo soldado, la mayor parte del tiempo lo dedicaban a esperar. Cada uno en aquel grupo esperaba cosas distintas, Scott, al igual que Ray, esperaba tener acción, sentir la adrenalina bombeando por su cuerpo, los proyectiles volando a su alrededor sin rozarle, haciéndole sentirse vivo e invencible; otros como Bird y Kelly lo único que esperaban era que su turno en aquel agujero pasase lo más rápida y cómodamente posible para poder volver a su base en Estados Unidos donde  sus familias espera...

Las colinas de Komor IV

Durante unos instantes se quedaron congelados mirándose el uno al otro. Albert fue el que rompió aquellos segundos de encantamiento y apartando la melena recorrió una de sus puntiagudas orejas con el dedo.

IV

El resto del equipo no llegó hasta tres horas después y les pilló tumbados apaciblemente, cada uno en su camastro. Oliva no pudo contenerse, se rio de ellos y sin ningún recato les soltó que hasta habían tenido tiempo de echar dos polvos.

Ray a punto había estado de caerse de la cama, pero ninguno de los compañeros aparentó tomárselo en serio, tirándole camisetas sudadas y calcetines sucios mientras Ray no podía evitar soltar un suspiro de alivio.

*El día siguiente resultó ser bast...

Las colinas de Komor III

De rasgos finos y tez oscura, sumamente esbelta y casi tan alta como él, el pelo plateado, extremadamente fino y abundante y los extremos puntiagudos de las orejas le revelaron que probablemente sería una curandera elfa.

III

Había que reconocer que Oliva tenía razón. Después de una mañana de marchas y ejercicios el sargento les había preparado una sorpresa para la tarde. Aprovechando que la cosa estaba bastante tranquila por los alrededores de la base, iba a mandar a dos equipos de tirador y observador a las montañas que había al norte para realizar un simulacro de ataque.

*Deberían tomar posiciones por separado para vigilar un cruce de caminos e interceptar un vehículo del que les había dado su descripción....

Running, deporte de contacto

¿Qué me está pasando? Yo no soy así. Se supone que soy un tipo romántico y cariñoso, pero cada vez que veo ese culo corriendo por el parque, con esos pantalones ceñidos me vuelvo una bestia primitiva.

¿Qué me está pasando? Yo no soy así. Se supone que soy un tipo romántico y cariñoso, pero cada vez que veo ese culo corriendo por el parque, con esos pantalones ceñidos me vuelvo una bestia primitiva.

Te sigo por el parque, husmeando el ligero aroma a flores que despides y te observo con ojos de depredador correr en la penumbra del atardecer, con ese paso desenvuelto y esa actitud orgullosa y segura de ti misma y solo pienso en agarrarte por la cintura, sacarte del camino y arrancarte la ropa a mordis...

Las colinas de Komor II

La barcaza, a no más de una milla de distancia, dobló un cabo y desapareció de su vista. Baracca no se puso nerviosa y gritó un par de órdenes para mantener la velocidad del barco. Ya podían oler todos la presa.

II

El valor no tenía nada que ver. Cuando el cabo Hawkins entró en el pabellón pegando alaridos, los ocho saltaron de los catres como gatos sorprendidos por un jauría de perros furiosos. Tras unos pocos segundos de desconcierto, se pusieron firmes a los pies de sus respectivos catres tal como habían salido o caído de la cama, mientras el sargento les insultaba y les describía como una panda de patéticas huerfanitas que no durarían ni tres minutos con aquellos jodidos afganos.

*Tras darles do...

Las colinas de Komor I

"Las Colinas de Komor, es la segunda parte de Las Crónicas del Mar del Cetro, continuación del aclamado éxito de Joey Smart La Princesa Blanca... Joey Smart escribió su primera novela al terminar el instituto y actualmente vive en Utah, con sus dos esposas Amber y Judith y su hijo Jack.

Prólogo

Si hubiese podido imaginar un paisaje más distinto que las suaves colinas herbosas del rancho de sus padres en Montana, probablemente se parecería mucho a aquella llanura pedregosa, rodeada de montañas escabrosas y áridas. En cuanto bajó del avión, una vaharada de aire caliente, que apestaba a combustible, lo envolvió. Raymond se apresuró a coger su petate y dando la espalda al viento y al polvo que traía con él se dirigió a la terminal del Aeropuerto de Bagram.

*Aquella base aérea e...

Las Colinas de Komor

Próximamente iniciaré la publicación de mi próxima serie y voy a usar esta categoría para informaros con un poco más de detalle y daros un pequeño aperitivo.

Cuando empecé la Princesa Blanca, la verdad es que no tenía muy claro si iba a continuar con la historia o no, de hecho la iba publicando a medida que la escribía, cosa que no he vuelto hacer por el estrés que me generaba ser puntual en las publicaciones, pero finalmente el éxito que tuvo me animó a continuarla.

La diferencia es que esta vez no me apresuré y antes de hacer nada, me planteé qué era lo que quería contar. Al final tengo planeados un total de cuatro relatos que he reunido bajo el titulo g...

Valentina

Los dedos cálidos y suaves de Valentina se posan aquí y allá, como mariposas, tensando la piel para facilitar su tarea, yo disfruto del más mínimo contacto.

—Hola Valentina.

Valentina se acerca con el guardapolvos de siempre ceñido entorno a su busto voluptuoso y maternal y recoge mi abrigo con una amplia sonrisa. Su rostro anguloso y  su pelo negro y crespo, hacen de ella una mujer atractiva, pero no hermosa. Sin embargo mis ojos se ven atraídos inmediatamente por esas manos de dedos largos y suaves y uñas perfectamente arregladas y pintadas de color azul petróleo.

—Esta vez vienes un poco tarde. —dice pasando su mano suave por mi rasposa mejilla. ...

La Llamada

No lo podía creer. Allí parado, con la polla aun erecta, escuchaba a su amante desnuda, con los flujos del sexo escurriendo entre sus muslos, agradecer al tipo la oportunidad

Aquella chica le volvía loco, nunca se cansaba de acariciar aquellos muslos cremosos, aquellos pechos turgentes y aquella cara de aspecto inocente y juvenil.

Y lo mejor era que, debajo de aquella fachada de inocencia, se escondía una loba hambrienta de sexo. En cuanto atravesaron el umbral, cerró la puerta con la misma violencia con la que le apartó la bragas y le metió la polla hasta el fondo. Margarita gimió  y se abrazó a él desesperada, ciñendo una de sus piernas entorno a sus caderas y besándole...

El cuerpo

Recorro con mis dedos tus labios gruesos aun pintados de rojo. Siento un intenso deseo de besarlos, pero me contengo...

La luz intensa y blanca no disminuye un ápice tu belleza. Me acerco a tu cuerpo desnudo y acaricio tu largo cabello castaño y liso que aun huele a flores muertas. Con mis manos acaricio tus párpados y tus largas pestañas negras y rizadas, tus pómulos y tu nariz un pelín torcida a la derecha.

Recorro con mis dedos tus labios gruesos aun pintados de rojo. Siento un intenso deseo de besarlos, pero me contengo y sigo avanzando con mis manos por tu cuerpo desnudo. Mis manos enguantadas resbalan por tu cuel...