La odontóloga

¿Algo más terrorífico para una noche de halloween que la silla de un dentista?

"Clínica Odontológica Ofelia López Van Helsing" rezaba la pequeña placa de bronce en la puerta del modesto piso, en la torre de apartamentos que había en el centro de la avenida Benedicto XVI. Dirigí la mano hacia el timbre y dudé. Odiaba los dentistas. Cada vez que tenía que ir, el recuerdo de esa silla, tan parecida a un instrumento de tortura, hacía que pasasen por mi mente los gritos escalofriantes y los gemidos desesperados de las innumerables víctimas que habían pasado por aquellos siniestros asientos...

Celos

Mi Linda es perfecta, con ese pelo rojo, esos ojos verdes y juguetones y esa figura que quita el hipo a pesar de que es un poco bajita. Siempre perfecta y elegante con sus trajes chaqueta y sus altos tacones, solo tiene un pequeño defectillo, es la persona más celosa que conozco.

—Hola, cariño.

—Hola, Linda. ¿Sigue en pie la cena? —pregunté temiendo que algún nuevo cliente desesperado echase por tierra la cena que había estado planeando toda la semana.

Y es que sabía lo que le gustaba a mi mujer sentirse el centro del universo y de vez en cuando pedía el día libre y le preparaba un baño relajante, una cena y una intensa noche de sexo.

—Sí, claro. Mmm... aunque hay un problemilla... —conocía a mi mujer demasiado bien como para saber que ese diminutivo no traía nada...

Planeta Prohibido. Capítulo 27

27. Patente de corso Epílogo griego

27.  Patente de corso

En cuestión de cuarenta y ocho horas el resto de las naves de Kallias llegaron al sistema y fueron tomando posiciones en aquella nube de cascotes y asteroides. El plan era sencillo, utilizar la flota rebelde como  cebo para atraer a los kuan y asaltarlos cuando se introdujesen en aquel laberinto de asteroides.

Los kuan eran poderosos, pero eran sumamente predecibles. Al entrar en nuestro sistema se moverían con cautela, pero una vez que viesen el escaso potencial de nue...

Planeta Prohibido. Capítulo 26

26. El triunfo de la democracia

26. El triunfo de la democracia

La mercenaria había cumplido y estaba de vuelta. Como siempre que se avecinaba jaleo, la sonrisa no le cabía en la cara. Nos saludó efusivamente y enseguida la puse al corriente de todo lo que había ocurrido mientras ella estaba comprando una flota... con mi dinero, lo que me recordó una cosa:

—¿Cuánta especia te has gastado? —la pregunté viendo como su sonrisa se volvía un poco artificial.

—La verdad es que necesitábamos muchas naves. —intentó justifica...

Planeta Prohibido. Capítulo 25

25. Mafiosos muertos y turanias agradecidas

25. Mafiosos muertos y turanias agradecidas

No tenía mucho tiempo, en cuanto Minerou se enterase de su ataque fallido intentaría  largarse, pero no antes de poner a salvo sus riquezas duramente ganadas. Así que a empujones logré salir de la plaza y dirigirme hacia su guarida. Afortunadamente no les había dado tiempo a organizarse y llegué sin novedad hasta las puertas. Frente a ellas seis arqueliones y dos chim-gams me estaban esperando con las armas preparadas, pero esta vez yo tenía la ventaja....

Planeta Prohibido. Capítulo 24

24. Marco salvador de la causa

24.  Marco salvador de la causa

¡Dios que divertido! La nueva nave es tan buena como me lo había imaginado. La flota kuan está a apenas unos pocos miles de kilómetros con todos los sensores martilleando el espacio cercano, pero no tienen ni idea de que estamos aquí. Eudora me guiña un ojo y acelera con suavidad en dirección a la formación. Desde la pantalla la formación enemiga es una visión impresionante, digna de la mejor escena de la guerra de las galaxias, solo que ahora es real. Yo sin embarg...

Planeta Prohibido. Capítulo 23

23. Marco el guardaespaldas

23. Marco el guardaespaldas

Dormí casi seis horas, pero me parecieron apenas seis segundos. Un pinchazo en el costado me recordó que no me encontraba en el mejor momento, justo cuando ella más me necesitaba. Afortunadamente aun seguía teniendo mis menudos amiguitos, que seguían manteniendo limpia la herida y la había recubierto con una costra que la fijaba e impedía que se abriese.

Sin embargo parecía que no podían hacer nada con el dolor. Las punzadas que me daban de vez en cuando eran apen...

Planeta Prohibido. Capítulo 22

22. Marco Pozo el titiritero

22. Marco Pozo el titiritero

Yo, sin ningunas ganas de deshacerme del aromático perfume del sudor y los flujos de mi amante, me vestí y salí directo a la barra con la botella de licor en la mano.

En cuanto me senté, me serví un vaso metiendo el dedo en el licor para aromatizarlo con el sabor de Alarieny. Skimmel me hizo un gesto señalando con la cabeza a un tipo que estaba sentado en una mesa, en la esquina más oscura del local con aire conspiratorio. Yo le di las gracias con un gesto y cogi...

Planeta Prohibido. Capítulo 21

21. Marco Pozo soldado de fortuna

21. Marco Pozo soldado de fortuna

Hasta que lo experimentas no sabes lo rollo y estresante que es ser guardaespaldas. Cuando estaba en la tierra conocí a un tipo que había sido escolta de un empresario en el País Vasco. Ahora entiendo el por qué de esas miradas aparentemente escrutadoras, el consumo de alcohol en cantidades industriales y las batallitas de las que hablaba constantemente. Antes no lo comprendía, pero creo que el hombre tenía una necesidad de asemejarse a los tipos duros de las pelí...

Planeta Prohibido. Capítulo 20

20. Préstamo y arriendo

20. Préstamo y arriendo

Desperté horas después, sintiendo que tenía todo el cuerpo en carne viva.  Eudora ya no estaba en la habitación. Me levanté de la cama y me miré la cintura, mi polla parecía un gusano aplastado. Intenté recordar lo ocurrido la noche anterior, pero salvo los primeros minutos, el resto eran recuerdos brumosos. Me metí en la ducha y me restregué los bajos con cuidado de que no se me desprendiese la minga. Tras veinte minutos bajo el agua tibia pude reconocerme como ser humano....