Redención VI

—Esta es una ciudad de pecado. —continuó sin dar tregua a los allí reunidos— El diablo campa por aquí a sus anchas. El diablo del oro, el diablo de la corrupción, el diablo de la fornicación...

Cordelia Jenkins

La señora Jenkins tuvo que tragarse una mueca de disgusto al ver aparecer a aquella meretriz en el umbral de su establecimiento y sonreírle mientras la observaba intentando inútilmente sacar defectos a aquel cuerpo joven y voluptuoso y al vestido de seda verde que le sentaba como una segunda piel.

—Buenos días, señora Jenkins. —saludó la joven cerrando su sombrilla y permitiéndole a la vieja harpía observar un rostro bello de tez pálida, con unas pocas pecas recorriendo sus...

Redención V

En cualquier persona aquel recuerdo le hubiese conmovido, pero hacía tiempo que las lágrimas se habían secado en sus ojos y tenía el corazón seco y duro como una piedra. Así que el sheriff solo pudo ver unos ojos fríos, duros y muertos.

Tercera parte: Quien a hierro mata, a la barbacoa muere.

Sheriff Donegan

Aquella mañana hubiese preferido no levantarse. No todos los días aparecían dos esbirros de Davenport cosidos a puñaladas en la calle. Apenas había tenido tiempo de comerse unas gachas cuando Davenport apareció en su oficina hecho una furia.

—¡Levanta de ahí ese perezoso culo que tienes y haz algo! —exclamó el coronel— Acaban de matar a dos de mis hombres y tú cebándote como un cerdo.

—La última vez que m...

La Fiesta de Halloween

En cuanto atravesó la puerta supo que había acertado. Todos los ojos que estaban en el recibidor la siguieron sin perderse detalle. Con una sonrisa de suficiencia maulló y se alejó cruzando ligeramente los pies al avanzar para que todos pudieran observar sus caderas contoneándose y tensando el látex del disfraz.

1

El dolor de cabeza era tan intenso que apenas se dio cuenta de dónde estaba. No sabía cuánto había dormido, pero le parecía que había sido una eternidad. Tenía la lengua pastosa y un sabor amargo en la boca. Solo cuando intentó  masajearse la frente se dio cuenta de que estaba atada.

La adrenalina hizo que se despejase casi inmediatamente. Intentó mover los miembros pero tenía las muñecas y los tobillos atados a la cama, desesperada forcejeó con ellos hasta que llegó a la conclusión de que...

Redención IV

Todo lo que tenía Betsy de voluptuoso y extravagante lo tenía Xiaomei de adusto y controlado. John notaba que sus empujones le producían una mezcla de placer y disgusto al sentirse a merced de un desconocido.

Coronel Davenport

Aquel hombre era un enigma y al coronel no le gustaban los enigmas. Le gustaba tenerlo todo controlado. Si había sorpresas estas tenían una posibilidad de ser desagradables y le daba en la nariz que en esta ocasión aquel hombre solo podía significar problemas.

El destino le había tratado con ironía; si no se hubiese cargado a Lucas, aquel hombre no hubiese llamado la atención de Suzanne y ahora no estaría devanándose los sesos.

Lo que menos le gustaba de aquel tipo er...

Redención III

—He visto salir al forastero... —dijo la mujer mientras cogía un cepillo y probaba las cerdas antes de darse por satisfecha y ponerlo sobre el mostrador. —¡Oh! Sí. No tiene un aspecto tranquilizador que digamos. Esos ojos grises que parece que te atraviesan como cuchillos y ha comprado munición suficiente para matar a todos los habitantes de esta ciudad dos veces...

Madame Suzanne

El forastero se pasó en la habitación follando a Betsy y bebiendo Whisky casi veinticuatro horas seguidas. Cuando finalmente bajó por las escaleras, limpio y afeitado, parecía otro hombre. Suzanne no pudo evitar un ramalazo de envidia al ver la cara de satisfacción que ponía Betsy mientras bajaba las escaleras tras él.

Inmediatamente sintió la necesidad de exhibirse ante él y aunque era un poco pronto para el espectáculo diario y no había demasiada gente,  le dijo a Gunnar que...

Redención II

—Llevo cinco días en esa mierda de desierto. Los indios me atacaron e hirieron de gravedad mi odre que murió desangrado rápidamente. Necesito urgentemente un baño, una botella de Whisky y la puta mas gritona y rolliza que encuentres. Estoy harto de pasar privaciones.

Primera parte: Un polvo saca otro polvo

Madame Suzanne

El Saloon era el edificio más grande de la ciudad, con la excepción de la mansión de Davenport. La planta baja era rectangular y muy amplia. En uno de los laterales, una barra de teca con apliques de latón brillaba bajo las constantes atenciones de Suzanne. En el fondo, un escenario con una pianola a  uno de los lados, era utilizado por sus chicas para hacer sus numeritos y calentar a la parroquia. El resto estaba ocupado por mesas en...

Redención I

De pie, allí, ante la tumba de un pecador irredento, como calificó padre al hombre de Suzanne, no ahorró epítetos a aquella ciudad de pecado y a aquellos habitantes avariciosos y violentos.

ÍNDICE

PRÓLOGO

Primera parte: Un polvo saca otro polvo.

Segunda parte: Día nuevo, cadáver nuevo.

Tercera parte: Quien a hierro mata, a la barbacoa muere.

Cuarta parte: Hijo de perra enfermo, hijo de perra eterno.

Quinta parte: Quien mata a un cabrón, tiene cien años de perdón.

EPÍLOGO

GUÍA DE PERSONAJES:

Reverendo Blame junior: Narrador de la historia.

John "el loco" Stewart: Viejo minero, con el dudoso honor d...

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo Final

Capítulo 24. El gusto de respirar. Ha llegado el fin de la historia. Espero que os haya gustado.

Capítulo 24: El Gusto de Respirar

—¡Cabrón! —exclamó Ariadna mirándome con una mezcla de furor y desprecio.

—¡Ah! ¡Eres tú! —balbuceé rascándome la mandíbula dolorida— ¿Ya ha terminado la evacuación?

—¡Hijo de puta! —volvió a gritarme ignorando mi pregunta— ¿Cómo te has atrevido a hacerme algo así?

Ariadna subrayó la pregunta pateándome de nuevo. Yo me retorcí y estuve a punto de vomitar todo el líquido que contenía mi estomago. A duras penas conseguí levantarme. Ella intentó gol...

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 23

Capñitulo 23. Juerga de fin de semana. Marco tiene setenta y dos horas de descanso y está dispuesto a aprovecharlas.

Capítulo 23: Juerga de Fin de Semana

Las negociaciones no duraron mucho. Tres horas después, Ariadna se puso en contacto con Kallias para comunicarle que lo que restaba del ejército kuan había aceptado nuestras condiciones y se había rendido. Al parecer solo unos pocos, la mayoría suboficiales y soldados que se había enrolado voluntariamente, querían volver a la flota kuan.

Kallias felicitó a Ariadna y se dirigió al módulo de comunicaciones para contactar con la flota enemiga.

El almir...

Hasta el Quinto Pino y Más Allá. Capítulo 22

Capítulo 22. Bautismo de fuego. Marco participa en su primera batalla.

Capítulo 22: Bautismo de fuego

Como por ensalmo, el campo magnético generado por las bovinas se activó atrayendo e inmovilizando a los gigantescos acorazados contra el suelo. Incapaces de moverse, los blindados solo podían disparar hacia adelante.

Los hombres de Kallias se retiraron a la tercera línea de trincheras y se desplazaron a los flancos, evitando lo peor del fuego de los acorazados mientras concentraban el fuego sobre los pocos deslizadores que habían escapado de la trampa.

Al...