44.2 Bajo cierto control
Me metí bajo la ducha y abrí el grifo del agua, me había seguido y apareció detrás de la mampara de cristal totalmente desnudo, descorrió la puerta corredera y entró.
Después de que hubo eyaculado recogí con la mano el esperma que cayó en mi pecho, lamí mis dedos para limpiarlo todo y le contemplé rendido y sonriendo satisfecho con los ojos semi cerrados.
Se quedó mudo, muerto, o eso creía yo, pero comenzó a acariciar mi cabeza y tirar de mis sobacos hasta que tuvo mi polla a la altura de su boca y la tragó, tuvo que mamarla muy poco tiempo, a la vez estimulaba mi ano metiendo sus dedos hasta que se los aprisione llevado de mi orgasmo que terminó por llenarle la b...