50.3 Sábado 23 de Mayo
Fue únicamente un tierno beso, pero de una calidad impresionante y eterno, al bajar en el ascensor, para empezar a correr, me sujetó la cara y pensé que el sol estaba reflejándose en los tonos dorados y brillantes de sus ojos.
Gonzalo me persiguió por el pasillo intentando sujetarme, pero quería llegar a la habitación y estar dentro de ella para empezar a desnudarle y corrí deslizándome de sus brazos.
Paul me había dejado caliente y cuando entramos a la habitación, le abrazo provocativamente moviendo mi culito pegado a su paquete, siguiendo el juego del ascensor. Comenzó a pasar sus manos por mi cuerpo continuando mi juego imitando al baile.
-Me gusta sí, muévete. –mordía mi oreja bañándome la nuca con su aliento mie...