Mario 02 de 22 Un comienzo
-¡Oh, pícaro muchachito! Me estas poniendo caliente. -terminé de abrirle la bata y me incliné para besarle el pecho, mi cara se ocultaba en el denso y duro vello y lamía una tetilla buscando entre los pelos.
Después de lavarme bien el culito por dentro, y todo el cuerpo por fuera, me apliqué una crema que suavizaba la piel, el día anterior mi abuelo me había depilado el anito con crema química, los pocos pelitos que me salían, decía que a don Guillermo le gustaban los niños con el culo bien peladito.
Por último me vestí con la ropa que no era nada del otro mundo, un slip estilo braguita con volantes y estampada en pequeñas flores, comprada pr el abuelo para la ocasión, el pantalón que me llegaba a las rod...