14.2 El inicio de un prostituto II
-¡Ese cabronazo quiere cogerte el culo y hacerte suyo! -su reacción me hizo reír.
Notaba a Alan cansado, llevaba hablando mucho rato sin descansar.
-Vamos a pasear un poco y te relajas, luego continúas con tu historia. –llegábamos al Palacio de la Opera y Alan me sujetó del brazo.
-Quiero continuar, me sienta muy bien contarte mi vida. –apreté con ternura su cintura asintiendo.
*[Hasta la noche no tuvimos que enfrentarnos a nuestros actos, llegamos del colegio y después de merendar hicimos nuestros deberes como todos los días, sentí llegar el coche de su...