Luis, Jacobo y un verano 23 Asaf come mi culo

No sabía si negarme o no pero lo que veía y su olor me atraía y abrí los labios. En un segundo tenía su capullo en mi boca, y como me aseguro, sabía divino por la cantidad de juegos que le salían por la punta de su nudosa y larga polla.

El sábado, Julio solo salió a la calle para acompañar a Bruno al entrenamiento de fútbol, el resto del día lo pasó en su habitación estudiando, tenían un trabajo pendiente que entregar en el colegio.

El domingo a la mañana sucedió lo mismo y cuando bajó a comer, tenía la cara descompuesta y sufría fuertes mareos con dolores de cabeza.

Nos alarmamos y mamá llamó al médico de urgencias y obligó a Julio a meterse en la cama aunque este protestaba sin cesar diciendo que se sentía bien y tenía que se...

Luis, Jacobo y un verano 22 Provoco a mi primo

-Luis, primito, ¿esté eres tú? ¡Qué suerte la de Julio! -hablaba con dificultad y le callé besando sus caliente boca. -¡Te ha gustado, tu primita lo he hecho bien! -me abrazó muy fuerte.

Había pasado Semana Santa, Julio marchó como en Navidad a la hacienda, tuvo que ir en tren porque los abuelos no vinieron en esta ocasión y Rufo no podía venir a buscarle, todos le consideraban ya un chico mayor que podía viajar solo. El tiempo se presentaba primaveral y podías llegarnos a la cercana playa donde el público aprovechaba los primeros rayos de sol.

Jugamos voleibol sobre la arena con una red que los vientos del invierno no habían roto, nos reunimos con los amigos, más o menos parecidos a...

Luis, Jacobo y un verano 21 Sorprendido follando

-Pero follarte aquí, en su casa, me resulta un poco violento. –me hablaba mientras acariciaba mi espalda apretando mi pecho contra el suyo.

Despertamos a la vez, miré el móvil y pasaban las doce de la mañana, me desperecé y me abracé a Julio. Se volvió para dejar su mirada fija en la mía.

-Esta mañana papá y mamá nos han visto aquí en la cama. –su mirada se volvió asustada.

-¡Dios mío! ¿Qué habrá pensado tu padre?  -parece que lo que pensara mamá no le preocupaba tanto.

-Sin el edredón y tú desnudo como estas ahora.  –de verdad que parecía asustado.

-Ahora no me querrá tener y me echará de vuestra casa.  –me miraba angus...

Atendiendo a mi cuñado 2 de 2

-¡Ahhh! Gimió enterrando más aún su verga en el anito de mi cuñado. Le dolió pero era todo un hombre dispuesto a aguantar lo que le entrara y meter todo lo que le sobraba.

Dos día más tarde recibí la llamada de Adolfo, seguíamos igual, con lo fácil que hubiera sido tomar un café juntos o haber desayunado antes de entrar a nuestro trabajo.

-¿Quedamos para comer? Así de breve fue aunque con el tono suave.

-Pues claro, iba a llamarte ya y evitar la bronca de tu hermana que me lo recuerda cada vez que llama.  El tono de Adolfo parecía más suave y había perdido algo de su agresividad que utilizábamos normalmente para distanciarnos y no terminar haciendo lo que los dos...

Atendiendo a mi cuñado 1 de 2

Abracé ese cuerpo delgado hasta el extremo que temblaba asustado y también entregado a pesar de ciertas rigideces.

-¡Adela déjalo ya por Dios!  Sujeté su mano que agarraba nerviosa el cuchillo de carne.

-Mírale, tenía que estar en el instituto, no lo soporto.

Yo pensaba que a ella que podía importarle aquel chico en el que me obligó a fijarme.

Podría equivocarse, una cosa es la edad que se aparenta y otra la que en realidad se tiene, y además por qué le importaba ese chaval que conocía de hacía pocos tiempo  a una chica de veinticinco años, guapa y dichosa que marchaba para estar unos días con su amiga...

Luis, Jacobo y un verano 20 Y más

-¿Puedo dormir contigo, o no te apetece? -puse mi más dulce voz de niño pequeño y mimoso y él, por toda respuesta, se apartó para dejarme sitio y retiró el edredón, estaba desnudo lo que pude ver de él.

Resultaron unos días llenos de aventuras y placer con el sexo que nos hacíamos los tres, Bruno no volvió a darnos lo que no nos hubiéramos negado a recibir. Los días en que Julio estaba ausente terminaban, regresaría dentro de dos días.

Hacía un frío del diablo y llevábamos andando varias calles, Jacobo no me quiso decir cual era nuestro destino, habíamos ido al centro en metro y no quiso que viniera Felipe con nosotros. Nos alejábamos de las calles conocidas y comencé a alarmarme.

-¿Dónde me ll...

Luis, Jacobo y un verano 19 Y más

-¿Puedes creer que son hermanos? Se la tira y le pide que se meta por el culo ese aparato, eso es un vicio. –sacó su mano y se olió.

La marcha de Julio dejó una enorme soledad en mi casa, antes no lo notaba, solo ahora cuando volvíamos a estar los cuatro solos. Mis padres, Carmen y yo. Estábamos libres de deberes escolares, lo habíamos aprobado todo y volvía a frecuentar la casa de mis primos. Teníamos tiempo para jugar, salir de compras, ahora mamá se ocupaba de mi, de comprarme ropa y caprichos, sin olvidarse de adquirir los mismo o parecido para cuando Julio volviera.

Estaba asomado a la ventana después de volver de comprar, mam...

Holanda dos noches, dos días. ¿Reencuentro?

-Tienes que enseñarme, no sé chupar una verga. –dejó salir una risa loca que me puso rojo.

Faltaba una semana para Semana Santa y todos mis amigos habían decidido donde pasarían esos días de fiesta, eran cinco días, desde el miércoles a la tarde hasta el martes y eso era mucho tiempo, también mucho dinero para gastar y mi bolsillo no estaba en el mejor momento.

Hacia un mes que compré mi moto soñada y me había gastado todos mis ahorros que con tanto esfuerzo acumulé. La decisión me venía dada, no tenía que pensar si ir con unos u otros, me quedaría en mi aburrida y pequeña ciudad, donde no...

Luis, Jacobo y un verano 18 Y más

Se deleitaba mirándome y su verga no podía crecer más, no podía ponérsele más dura, la piel del glande parecía que iba a estallar sin poder contener la sangre que lo llenaba, dejó que su polla se moviera atrás y adelante sola, sacó los dedos de mi boca pasándolos por mis labios y se agachó para...

Y Julio se convirtió en parte de nosotros. Comenzaron las clases, Bruno y él iban en el mismo curso pero les tocaron clases diferentes. Jacobo fue el que estuvo solo y a mí me tocó en la misma aula que Felipe.

Aun quedaba algo de verano, seguía haciendo calor y los dos siguientes sábados tuvimos como invitados a los amigos de Bruno. Julio les había caído muy bien, sobre todo a sus amigas. Ya había hablado para meterle en el quipo de futbol donde él jugaba y en algún tipo de lucha.

Jacobo y yo ta...

Luis, Jacobo y un verano 17 Y más

Sabían a la verga de Jacobo pero tenían algo más, como si a través de la piel transmitiera lo que sentía en ese momento, como si los labios pensaran y me dijeran que le gustaban los míos y que no deseaba que se separaran.

Fueron unos días un poco locos donde solo pude ver a Julio y a Bruno a la hora de la cena y en alguna comida. Para realizar sus compras, se encargó mamá los dos días que tuvo libre y la tía después, no nos permitieron ir a Jacobo y a mí, según ellas para no entorpecer.

Siempre iba una de ellas y Julio, por supuesto con Bruno que era de su edad y sabría asesorarle. Nos sentimos de alguna manera olvidados, relegados a un segundo término.

La casa cambió, mis padres estaban desenfrenados al tener a...