Loco por follar con mi hermanita

La otra cara de la moneda, continuación del relato "loca por follar con mi hermano" aunque se puede leer sin haber leído el otro.

De nuevo estaba en mi cama, sin ser capaz de recordar cuando fue la última vez que tuve sexo dos veces en una noche…

Desde mi cama podía oírla moverse en la suya a unos metros tan solo de mí, el recuerdo de su cuerpo, el tacto de su piel, el calor que desprendía, el sonidito gutural de sus gemidos, su sexo estrecho, mojado… toda ella era alucinante. Jamás había sentido nada parecido como lo que acababa de vivir y me preguntaba porque de todas las mujeres del planeta tenía que ser ella… mi hermana....

Loca por follar con mi hermano

... ¿era esto lo que querías? me encanta como gozas perra –dijo mi hermano completamente ido-

No lo tenía tan claro como mi padre, según él a mi hermano, o sea su otro hijo no le iba a importar mi presencia en la empresa familiar.

Llevaba una semana en mi nuevo puesto, el primero tras mis estudios. Acabábamos de mudarnos de nuevo a la ciudad en la que nací, donde mis padres se conocieron y de la que hacía más de diez años nos habíamos ido.

Mi padre que era más mayor que mi madre tenía un hijo de veinticuatro años cuando se conocieron, solo seis menos que ella. Al principio él no...

Instruyendo a Eva VI

Final de la serie.

No podía rechazar lo que tanto deseaba, allí en mi cama estaba Eva, expuesta y dispuesta para mí.

Me arrodillé en mi cama, repté hasta llegar a mi más deseado templo de la lujuria y le rendí pleitesía. Apenas podía respirar una hora después, cuando me tumbé desfondado a su lado en la cama. Solo entonces pensé en Rosa, en la morenita y en todo lo que había pasado desde la última vez que volví a sentirme así de saciado y en paz con el  mundo. Porque no podía negarme que a ese nirvana no llegaba con...

Instruyendo a Eva IV

Llegué puntual a la cita, estaba nervioso. Sabía lo que quería de ella, pero no tenía claro si estaba dispuesta. Esta vez si es el penúltimo, me había equivocado.

Llegué puntual a la cita, estaba nervioso. Sabía lo que quería de ella, pero no tenía claro si estaba dispuesta.

-Morenita no quiero líos, ni relaciones, ni palabras bonitas… solo quiero sexo, quiero follarte sin preguntas, sin explicaciones, sin compromisos

-Me parece bien, yo todo eso ya lo tengo fuera de aquí

-Entonces deja tu ropa en la puerta junto con todo eso y ven para que pueda demostrarte lo mucho que deseo poseerte

Su mirada encendida me indicaba que estaba...

Instruyendo a Eva III

Penúltimo capitulo de la serie...

Desnudo tras la puerta abrí para ver a esas dos brujillas con el pelo mojado de la ducha y sospechosamente desnudas bajo una sábana.

-Pasad locas que os va a ver alguien –les dije dejándolos pasar-

Dejaron caer la sabana y sus lozanos cuerpos intentaron tentarme, pero verlas meterse desnudas en mi cama, no bastó para levantar mi miembro cansado.

-Niñas estoy cansado, yo no tengo vuestra edad –las regañé doblando mi metro ochenta, para sentarme en la cama-

Ellas se acu...

Instruyendo a Eva II

Mi chica dejó de mamar para lamer, la morenita se unió a ella y desde arriba podía ver las dos lengüecitas rozarse sobre mi polla, era un espectáculo impresionante

En mi otro relato os conté como empezó todo, en este quiero contaros como fue desarrollándose la historia, como Eva llenó mi vida de ella, con sus idas y venidas, sus carencias y sus excesos.

Tres días después nos vimos en la plaza frente a mi casa, ella iba con su amiga, mi vecina.

-Hola señor García- me saludo mi vecina-

-Hola señor –dijo con voz mimosa que contrastaba con su mirada picara-

Solo pude mirarla unos segundos, llevaba una falda desvergonzadamente corta...

Instruyendo a Eva

Jadeé extasiado mirando sus tetas entre la bufanda, sin tocar esta ni dejar de mirarla le bajé las bragas,la senté en el mueble del recibidor con el abrigo aun puesto y empecé devorar su boca mientras me desabrochaba el pantalón

Este relato debería comenzar por el día que empezó todo, el momento justo en el que algo cambió y lo hizo para siempre con todas sus consecuencias.

Era por la tarde y como siempre había ido a un parque enorme que se encontraba en mi barrio, paseaba a mi perro por la parte alta del mismo cuando abajo junto al sendero pero apartado de este por unos arbustos había un banco y en él una parejita tonteaba y se metían mano, atraído por la escena me apoyé en un murete y como no, el morbo me pudo. No esper...

Natalia mi sobrina tenaz (2de2)

Final de la historia

Salimos de casa de mi cuñada a la carrera tras ducharnos y vestirnos y ya en el coche sin mirarme mi sobrina me soltó:

-Tío voy a querer más

-¿Más de qué?

-De lo que ha pasado esta tarde

-Pero sabes tan bien como yo que está mal

-¿Está mal para quién? A mí me ha encantado ¿y a ti?

-Sabes que también

-Pues a la mierda lo demás, intenta solo pensar en eso.

-No puedo

-Prométeme que lo intentaras… al menos durante estas va...

Natalia, mi sobrina tenaz (1de2)

Intenté dormir y dejar de pensar en ella, pero media hora después me di por vencido y liberando mi dura erección me masturbé casi con furia por entrar en su juego y no ser capaz de mantenerme en mis trece, no paré hasta correrme como un loco manchando las sabanas

Voy a intentar volver a cruzar la acera y contaros la historia desde el lado masculino. Espero que os guste.

Por fin había terminado la semana. Llegué a casa y me dispuse a darme una ducha. Mientras me desnudaba creé el plan en mi mente, me apetecía salir a cenar algo y luego regresar a casa y ver un rato la tele tranquilamente. Estaba secándome ya cuando sonó el timbre y maldiciendo me puse un pantalón de deporte que usaba para estar por casa.

-Hola, ¿tú debes ser Adolfo no?

...

El lobo feroz III (final)

El desenlace...

Me desperté entumecida y tardé dos minutos en reconocer la habitación y la mullida cama en la que estaba. Cinco minutos después me relamía recordando la noche anterior.

Sin moverme de la cama capté los ruidos tras la puerta de agua correr y supuse que se estaba duchando. Me estiré bajo el edredón y al volver a levantar la mirada le vi recorrer desnudo la habitación, abrió un cajón y se puso unos calzoncillos, luego otro y sacó una camiseta.

-¿Te gusta lo que ves Lía? –dijo sin girarse- ...