Viaje de un jubilado a La Argentina (13)

El círculo de amistades iba ensanchándose, las personas unas a otras se comentaban la amistad que tenían conmigo y poco a poco me presentaban más amigos o mejor dicho amigas.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

Llegamos a casa después de comer, Javier debía tener remordimiento de conciencia y a mitad de camino paramos en un restaurante de un Área de Servicio de la autopista, había varios camiones de gran tonelaje estacionados y según el dicho “donde veas camiones, para a comer”. No lo hicimos mal, era un tipo de comida con menú con tres platos a elegir pero Javier pidió un plato combinado con car...

Viaje de un jubilado a La Argentina (11)

Casi sin darme cuenta había reunido un círculo de amistades de lo más variado, ahora mi mayor empeño era seguir cultivándolas y a ser posible conocer a más gente, la curiosidad por ver lugares nuevos era una buena oportunidad y la iba a aprovechar.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

A la hora de cenar nos sentamos a la mesa los tres, el niño ya estaba en su cuna hacía un rato, su madre le había dado su ración cumplidamente, yo sin proponérmelo casi siempre supervisaba la operación, era el encargado de mantener la carita del pequeño seca de leche, el niño lo agradecía porque no se le irritaba la piel, Elena también pues le quitaba trabajo, Corina lo gozaba pues mis dedos no...

Viaje de un jubilado a La Argentina (12)

Estaba conociendo muchos lugares, costumbre y personas, sobre todo mujeres, nunca me imaginé que en todos lugares fueran tan iguales y tan diferentes a la vez.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

Llegué a casa ya atardecido, las luces de la calle ya lucían, andaba contento, sobre todo por ver a Magda cómo había cambiado y cómo estaba contenta en su nuevo trabajo, parecía que los nubarrones en su vida se iban disipando, lo de Olga era un poco la muerte anunciada, sospechaba no sin razón qué clase de mujer era, se parecía mucho a Viviana pero era mucho más decidida, no se anduvo por las r...

Viaje de un jubilado a La Argentina (10)

Sin darnos cuenta la relación familiar se iba estrechando, todos estábamos en nuestro sitio pero aún eso nos unía una complicidad especial, sin duda mi estancia en La argentina era todo un éxito, ya me permitía hacer hasta “obras de caridad”

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

A partir de ese momento Corina cambió sutilmente, se hizo más “madraza”, estaba más encariñada con Javi si esto pudiera ser posible, le hablaba como a una persona mayor y sobre todo le hacía reflexiones sobre su yayo Pepe, me sorprendió agradablemente que se uniera a Elena en querer enseñarle que sus primeras palabras fueran mi nombre y todo esto que parecían alucinaciones mías me las confirmó Elena...

Viaje de un jubilado a La Argentina (9)

Estaba viviendo momentos completamente inesperados, mi vida en Buenos Aires era como una montaña rusa, en pocos días estaba disfrutando de la vida como nunca y lo mejor era que cada vez se ampliaban los horizontes. Una tarde con Corina me había acercado a ella más de lo que hubiera soñado.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

El coche de mi hijo además de potente era muy cómodo, tenía todos las adelantos tanto en seguridad como en comodidad, me lo demostró cuando al poco de salir de Balcarce me entró sueño, yo estaba dispuesto a razonar con Javier respecto a su comportamiento, en realidad no echarle la bronca pero si hacerle entender que en su casa le esperaba una mujer preciosa que lo quería con locura y un niño qu...

Viaje de un jubilado a La Argentina (8)

Ya me sentía casi autónomo, me aventuraba cada vez más y lo cierto es que no me iba mal, ya me separaba de casa y me mezclaba con la gente, me daban información y mucho más, todos eran muy amables.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

Cuando volvieron de hacer las compras mi nieto lloraba a todo volumen, desde el salón donde estaba me desperté al oírlo antes de que abrieran la puerta, la joven Carla hacía un rato que había terminado la limpieza, después de haber follado sin haberlo previsto la chica quedó tranquila, la había convencido de que mucha gente la quería, que follaba cada vez mejor, que estaba rodeada de gente y qu...

Viaje de un jubilado a La Argentina (7)

Según me iba organizando estaba más contento, ya había puesto los puntos sobre las íes en alguna fémina, creo que a partir de ahora me podré dedicar a mis gustos, me sentía pisando fuerte, y volví a mis andadas.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

Cuando llegué a casa Corina estaba con el niño, me alegré infinito, mi mujer tendiendo la ropa, desde la puerta de la cocina le anuncié que ya había llegado y que iba a darme una ducha rápida, no esperé la contestación de Elena y me metí bajo la ducha aún antes de que llegara el agua caliente, ni lo noté, estaba apurado para evitar que me pillara Corina que no miré pelo, ni la toalla me preparé...

Viaje de un jubilado a La Argentina (6)

Ya me iba organizando y situándome en la gran ciudad, las nuevas amistades me demostraron que no hay mucha diferencia entre las sociedades y personas y esto me hizo sentirme como en casa.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

El viaje de regreso a casa me resultó más corto que de costumbre, mi cabeza revivía cada minuto pasado con las dos amigas y mis piernas parecían flotar, iba como en una nube, cuando entré a casa Elena estaba en la cocina preparando la cena y Corina guardaba cuidadosamente la ropita del nieto Javi, el crío parecía que crecía apresurado día a día, además parecía ser más espabilado de lo normal, s...

Viaje de un jubilado a La Argentina (5)

Poco a poco me aventuraba más y recorría lugares emblemáticos, no puedo quejarme de mi suerte pues en alguno de ellos disfrutaba mucho, esto me animaba en seguir, por otra parte mis relaciones se iban ampliando sobre todo las femeninas.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

Esta mañana me levanté pronto y desayuné en la cocina, me crucé con mi hijo que salía de su habitación y por su actitud me imaginé que Corina estaba ya suficientemente “restablecida” , se lo notaba contento y comunicativo, pasó el brazo sobre mi hombro y me dijo confidencialmente que todo estaba arreglado, estas mini crisis eran corrientes y casi siempre eran por motivo de Viviana, su sueg...

Viaje de un jubilado a La Argentina (4)

Ya me iba ambientando, tanto en la ciudad como con sus habitantes, estaba encantado de la acogida que me dispensaban todos e iba haciendo amigos, me sentía eufórico y con ganas de comerme el mundo pero no todo eran alegrías.

Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.

Ya me iba ambientando, tanto en la ciudad como con sus habitantes, estaba encantado de la acogida que me dispensaban todos e iba haciendo amigos, me sentía eufórico y con ganas de comerme el mundo pero no todo eran alegrías.  Por la mañana decidí salir temprano por dos motivos, uno es que así desayunaría en algún sitio tranquilo y disfrutaría con el ir y venir de la gente y otro por no darles motivos...