Viaje de un jubilado a La Argentina (13)
El círculo de amistades iba ensanchándose, las personas unas a otras se comentaban la amistad que tenían conmigo y poco a poco me presentaban más amigos o mejor dicho amigas.
Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.
Llegamos a casa después de comer, Javier debía tener remordimiento de conciencia y a mitad de camino paramos en un restaurante de un Área de Servicio de la autopista, había varios camiones de gran tonelaje estacionados y según el dicho “donde veas camiones, para a comer”. No lo hicimos mal, era un tipo de comida con menú con tres platos a elegir pero Javier pidió un plato combinado con car...