El vagabundo (22)
Todas las despedidas son tristes y la mía no fue menos, las dos mujeres y sobre todo Mariano me emocionaron con su afecto. El viaje hasta Galicia fue horrible, no iba preparado para la aventura y lo sufrí, aunque luego sus buenas personas ayudaron a reponerme.
La despedida que más me emocionó fue la de Mariano y era la que menos me esperaba, pensé que despedirme de las dos mujeres que follaba habitualmente, y más siendo madre e hija, iba a ser un drama pero no, fueron muy comprensivas, cuando me decidí a decírselo al marido de Ana y padre de Gero preferí hacerlo a solas y le invité a dar un paseo en mi coche “nuevo”, le había comprado una caja de puros de los mejores que encontré y le ofrecí fuego dentro del Mini, quise darle gusto a su paladar para suavizar...