Viaje de un jubilado a La Argentina (32)
Después del viaje a Córdoba tuvimos que aclararle las cosas a Viviana, la mujer volvía a sus andadas con todo empeño y era mucho lo que había en juego, también tuve que resolver algún asunto pero creo que todo saldrá como espero.
Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.
Eso es lo que prometió Viviana aunque nosotros no le creímos pero nos supo mal despreciarla y subimos a su coche, nos llevó directamente a su casa, como siempre estaba impecable con las cortinas de última moda y todos los detalles de muy buen gusto, no perdió tiempo y mientras esperábamos en el salón ella fue a buscar el vestido a su habitación, desde allí nos llamó.
- *Pepe, Javier… veng...