Viaje de un jubilado a La Argentina (23)
Ya con la vida más ordenada quise ampliar horizontes, me habían prometido un viaje especial y yo ya volvía a tener confianza y hacer mis correrías. Mientras una serie de citas me tuvieron ocupado.
Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.
Me levanté tarde y totalmente descansado, sorprendentemente estaba más contento que otras veces, me ocurría así cuando había hecho alguna cosa de la que me sentía orgulloso, la tarde anterior le había ayudado a Carla, la saqué de un atolladero en su trabajo, encima le había ordenado su habitación y la había relajado de forma que retomó su labor con nuevas energías.
Me había pasado otras v...