Mis primas de la capital (19)

Con mi tía y Emi tenía una gran complicidad y me lo demostraron, me decidí ayudar a mi prima y su amiga con más líos. Mis tíos estrenaron juguetes nuevos.

Por la mañana quise agradecerle a Emi el trato que me había deparado junto a mi tía Ana, las dos me habían hecho un homenaje que no podría olvidar en mucho tiempo, personalmente no soy celoso por naturaleza además no tenía derecho a tenerlo, no faltaría más, sé dónde está mi sitio y hasta dónde puedo llegar, estoy muy agradecido por el cariño que recibo de parte de mis familiares, desde mi tío Antonio, mi tía y mis primas, además sus amistades me han recibido con los brazos abiertos y mucho más, por mi part...

Memorias de un abuelo (2)

Voy conociendo a la familia, me han acogido con todo cariño, sobre todo la madre y la hija.

Al día siguiente cogí mi bastón y me encaminé al río, yo sabía que casi nunca se cumplen los deseos y las ilusiones, pero siempre queda la duda.

Cuando llegué a mi piedra reconozco que no me fijé si había abejas o no, seguí hacia el claro en la maleza, totalmente seguro de que no estaría María.

Me asomé y desde lejos no vi la toalla roja, me volví llamándome tonto por albergar ilusiones.

Me llamaron desde el río, estaba en la otra orilla, me asome y me dijo…

-        Hola buenos días...

Mi timidez y mis tías (38)

Preparando los regalos para el cumpleaños de Alba, quiero que sea memorable, cuento con ayuda. Las clientas provocadoras por fin consiguen lo que querían, una fiestecita.

Por la mañana tranquilamente me fui a la estación, todavía era pronto para salir el tren pero me subí y me puse a leer un catálogo de viajes, al rato el maquinista dio un bocinazo y un leve tirón me demostró que ya estábamos en marcha, el andén fue pasando cada vez más deprisa hasta que se acabó luego unos raíles tirados en la orilla y unos vagones aparcados desde hacía mucho.

El paisaje se fue haciendo cada vez menos urbano hasta ser totalmente rural, por la ventanilla pasaban, raudos los postes de l...

Memorias de un abuelo (1)

Dicen que una de las cosas buenas que tiene llegar a mayor es que puedes recordar y que recordar es revivir, yo no estoy del todo de acuerdo, hay que vivir primero.

Hoy ha amanecido el cielo lluvioso, no estoy nada mal sentado en el porche con mi libro y mi café ya frío delante, la vista ya se me cansa un poco con la manía de hacer las letras tan pequeñas y los libros tan gordos.

Miro a mi alrededor y veo el campo verde, es todo un espectáculo en primavera, por suerte en esta comarca la primavera es bastante cálida, en contra en agosto no se puede salir de casa si no quiere derretirte en una acera, frente a mi casa hay un camino de tierra y  la carretera vecinal,...

Mi timidez y mis tías (37)

Nos han invitado al cumpleaños de Alba, me encargo de los regalos es una buena celebración, de paso visito a mi tía Ana, está triste.

Cuando volví a la barra, mi madre y Benito me estaban observando, pero no opinaron nada, al revés mi madre muy contenta me dijo.

-        Mira Manu, Benito te ha traído una cosa, espero que te guste.

Lo miré esperando alguna nueva “misión”, pero sacó del bolsillo de la chaqueta un sobre y me lo dio, estuve dándole vueltas sin abrirlo, era de color azul pálido y olía muy bien, yo diría que a violetas, pero lo que más me gustó era que llevaba como un sello de correos, y no estaba pegado, me fijé m...

Mi timidez y mis tías (36)

Dos clientas me regalaron un poder informático, me aproveche bien de él, además ayudé a mi tía con unos problemas administrativos.

Mi madre no me comentó nada sobre los gritos de Encarna, tampoco me dijo nada de la paja que se había hecho Ricardo viéndola claro, pero cuando subimos a casa me trataba con una complicidad especial, yo no sabía a qué se debía, quizá era que esperaba que fuera yo el que iniciara el tema, yo no tenía ningún problema de decírselo, de hecho sabía que nos había visto follar, pero no quería que la conversación derivase a lo que me había contado el  camarero, que se había masturbado con la esquina de una nevera y...

Mi timidez y mis tías (35)

La camarera Encarna me puso al día y el policía podía presumir de familia.

Cuando entré en el bar ya estaban algunos comensales a mitad, rápidamente dejé el maletín de Benito guardado y me lave los brazos y las manos bien, fui detrás de las camareras ayudándoles a servir o recoger platos, había mucha gente hoy precisamente que había llegado un poco tarde al entretenerme con el párroco.

En un momento que llevaba una bandeja llena de copas me crucé con Encarna la camarera, me excusé pues casi tropiezo con ella y le rompo el montón de platos que llevaba, me sonrió y me mandó un...

Mi timidez y mis tías (349

Tuvimos que hacer los honores a la rica del pueblo al invitarnos a merendar. También curamos a la alcaldesa.

Por la mañana no me levanté pronto, mi madre ya hacía rato que se había bajado al bar y Lisa aunque siempre más tarde también estaba preparando las mesas junto a Ricardo, decidí darme una ducha reparadora antes de ir a desayunar me lié en una toalla y me metí en el baño, una oleada de calor sentí en la cara cuando entré, el espejo y los azulejos de la pared estaban empañados, desde dentro de la mampara oí una voz…

-        Quien anda ahí?, eres tu Lisa?

-        No, soy yo Manu tía Julia, perdon...

Mis timidez y mis tías (33)

Tuvimos que hacer los honores a la rica del pueblo al invitarnos a merendar, nos portamos bien, salimos saciados.

Cuando llegue a casa ya estaban cenando los comensales, pero yo pasé a la cocina y le pedí que me prepararan un bocadillo, después de saludar a mi madre cogí una cerveza y me subí a casa.

Clara y Julia me preguntaron en un momento un montón de cosas de sus hermanas, yo simplemente les dije que las había encontrado bastante bien, una muy gorda y la otra muy flaca, no les mentí, porque Cris cada día estaba más delgada, quizá por las peripecias sentimentales que acumulaba y Ana era obvio, pero pronto se...

Mi timidez y mis tías (32)

Mis tías son muy importantes en mi vida y creo que yo también en las suyas, tuve que hacer un viaje en tren inesperado.

Ya hacía mucho que no escuchaba la voz de mi tía Cris y aunque era por teléfono le note cierto temblor, me pareció que estaba a punto de echar a llorar y aunque se esforzaba en preguntar por toda la familia y hacer muestras de alegría, el hecho de que preguntara directamente por mí me hacía sospechar que algo le ocurría.

Yo ya la conocía un poco, más bien bastante sobre sus devaneos amorosos y sobre todo con su escasa suerte, pero además de lamentarlo tenía la curiosidad de saber el motivo por el que...