Viaje de un jubilado a La Argentina (47)
Con los preparativos para la vuelta a España iba despidiéndome de las amistades que había hecho en La Argentina, incluso ofreciéndome de recadero de regalos para una paisana, estaba decidido a agradecer a todos el trato que me habían dispensado.
Este relato no sería posible sin la estimable colaboración de mi amigo Guilleos, un porteño auténtico.
Al llegar a casa lo primero que me preguntó mi mujer era si había complacido a la señora Amparo en su deseo, sin dudarlo le dije que sí aunque me contuve de especificar el deseo que le había complacido, de pasada le comenté que su hija Pepita también me había dado un regalito para sus tíos pero tampoco le aclaré el contenido del estuche, le dije que vivían en Sagunto y que me había encargado qu...