La mudita
Una jovencita, muda, recibe una carta erótica y busca que le hagan lo que le dicen que le harán después de secuestrarla.
En una boda coincidimos en la misma mesa mi amigo Javier, su esposa, su herma, su sobrina Abi, yo y algunas personas más.
Abi era una jovencita, muda, morena, de ojos azules, alta y guapa. Llevaba puesta una falda gris que le llegaba hasta los pies con una abertura lateral que casi dejaba ver el color de sus bragas, y una camiseta blanca en la que se le marcaban los pezones de sus redondas y medianas tetas. Es obvio que era el centro de atención de los hombres y de las miradas de reprobación de las mu...