La sesión de espiritismo
Teodoro dejó de jugar con su hija. Salió con ella de la cama. La llevó hasta a ventana, la abrió y dejó a Enriqueta desnuda en el balcón expuesta a los ojos de los transeúntes que pasaban por a calle.
A la habitación la iluminaban tres velas blancas colocadas sobre una mesa a la que se sentaban un hombre y tres mujeres, estaban con los ojos cerrados y con las manos apoyadas sobre la mesa. Svetiana. La medium, después de rezar una oración para que no entraran en el círculo espíritus diabólicos, con acento ruso, dijo:
-Esta noche estamos aquí para ponernos en contacto con el marqués de Sade.
Las dos mujeres y el hombre, con una sola voz, dijeron:
-Manifiéstate.
Quedaron un par de mi...