Gatita

Mi nombre de guerra es Gatita, tengo 23 años, soy morena, ni alta ni baja, tengo buenas tetas y mejor culo, soy sumisa, bisexual y dicen que soy guapa. Me gustan las fiestas swinger donde rule el alcohol, el bondage, el bukkake...

Mi nombre de guerra es Gatita, tengo 23 años, soy morena, ni alta ni baja, tengo buenas tetas y mejor culo, soy sumisa, bisexual y dicen que soy guapa. Me gustan las fiestas swinger en las que rule el alcohol, el bondage, el bukkake... Me gusta coger más que comer, o sea que soy más puta que las gallinas.

Era sábado por la noche y se oía una canción de la que no recuerdo el nombre cuando entró el maduro en el bar. Vestía totalmente de marrón y en la cabeza llevaba una boina francesa a juego, parecía u...

Nicole

Dos extraños de acaban conociendo carnalmente.

Nicole debía medir un metro setenta, tenía la mano izquierda en su cabello y con la derecha sujetaba un bolso blanco. Llevaba puesto un top de manga larga blanco y gris que mostraba su ombligo por el que bajaban dos cordones del top. Su cintura era de avispa. Los jeans, rotos en ambas piernas y ajustados, marcaban sus anchas caderas y sus largas y estilizadas piernas, las uñas de pies y manos las llevaba pintadas de blanco, a juego con sus sandalias. Su rostro era el de ángel, perfecto, nacido para ser admi...

Popotitos (un incesto de película - final)

Popotitos da un cambio radical.

Popotitos se había despertado en la cama de matrimonio al lado de su padre. Se levantó y se fue al cuarto de baño. Abrió los grifos, echó las sales y mientras el jacuzzi se mediaba de agua hizo agua menores. Al acabar se metió dentro y cuando pasó la esponja impregnada de gel por sus tetas la otra manó bajó a su coño, cerró los ojos y recordó lo que había hecho con su padre. Un dedo acarició su clítoris y acabó metiéndose dentro de su coño sin dejar de acariciarlo. La esponja seguía acariciando sus tetas y...

Un incesto de película

El hombre es fuego, la mujer estopa, llega el diablo y sopla.

-¿El pito de un hombre va en proporción con la altura, papá?

Esteban, Steve, para los amigos, era un maduro, moreno, de pelo rizo, ojos marrones, musculado a lo Schwarzenegger, de dos metro seis centímetros, ex jugador de baloncesto en un equipo de segunda fila, dejó de untar mantequilla en la tostada, miro a su hija, y le respondió:

-Come y calla.

-¡¿Lo tienes pequeño?!

-¡Qué no quiero hablar contigo de esas cosas, diantre!

-Diantre. ¡Qué antiguo!

Esteban se armó de paci...

Me trataba de usted

Me trató de usted y me folló cómo una loba.

Había vuelto a Galicia, pero no me quitaba la cabeza la morena más sexy que jamás había conocido. Echado boca arriba sobre mi cama, Recordaba sus grandes y esponjosas tetas, su dulce voz cuando me dijo: "No voy a dejar que su lengua profane mi sexo" Recordaba mi lengua lamiendo su culo y a la morena llamándome: "Cerdo". Recordaba su coño rasurado y su gordo clítoris. Recordaba mi lengua apretada contra él haciendo círculos. Recordaba su pelvis moviéndose de abajo a arriba, de arriba a abajo, alrededor y hac...

El tatuaje del culo de la monja

Se veía venir.

Esta historia se la contó un comunista a un Chavista de Podemos, el de Podemos se la contó a un amigo mío de su mismo gremio, y este la soltó en una sobremesa. Va de un chorizo y de tres hermanos, ellos eran curas y ella monja.

Yo la cuento porque tiene su morbo, pero lo dicho, creo que es uno de esas mierdas que se inventan los rojos para joder a los curas... O no, quien sabe.

Juan era un joven moreno, menudo, de estatura mediana, guapo y era el limpia de la iglesia, el limpia cepillos para ser...

Incesto en el monte (un incesto diferente)

Se empieza con un beso y se acaba cómo se acaba.

Los Becerros y los Mata Burras eran dos familias que vivían en una aldea gallega llamada Castroviejo. Desde tiempos ancestrales se llevaba a matar. La sangre estuvo a punto de llegar al río cuando Juan el Becerro supo que le quitara la novia Benito el Mata Burras. Suerte que ese día estaba en la taberna la guardia civil.

Juan, el Becerro, herido en su orgullo emigró a Suiza.

Con el paso de los años el Becerro se hiciera una casa de dos pisos que era la envidia de propios y extraños... Con sus pu...

Incesto a media noche e incesto el día de la boda

Siempre hay quien sepa cómo hacer hervir la sangre.

Marcos y yo hacía muchos años que no veíamos a Jesús. Estábamos sentados en tres sofás en la sala de estar de la casa de Marcos. Su esposa estaba trabajando. Su suegra, antes de regresar a su casa, puso sobre una mesa camilla que teníamos delante una cafetera, el azucarero con una cucharilla, tres tazas, tres copas y una botella de aguardiente de hierbas. Jesús, al ver cómo la suegra le había sonreído a Marcos se diera cuenta de algo que yo ya sabía, que se la tiraba. Al irse Tamara, le dijo:

-¿Cuánto...

Chelo

Cuando una joven está buena acaba consiguiendo lo que que quiere.

En la puerta de mi habitación vi una sandalia, más adelante la otra, después una blusa marrón, mas adelante unos pantalones vaqueros, más adelante el sujetador, al lado de la cama unas bragas y encima de la cama estaba ella, con su larga melena negra cubriendo sus tetas.

Mi sobrina Chelo no llegaba al metro cincuenta de estatura, era morena, pecosa y delgada, (andaba en los cuarenta kilos), así, desnuda, parecía una muñeca. Sus caderas eran normales, lo mismo que su cintura, su culo era respingón. Sus...

El fotógrafo, Josefa y Benigna

... Se enzarzaron en un largo beso. No había que ser muy listo para darse cuenta de que ya estaban salidas

Facundo era un fotógrafo ambulante que hacía fotos por las aldeas, debía tener unos 60 años, vestía con un traje gris, llevaba una boina francesa en la cabeza y calzaba unos zapatos negros. No era de extrañar que le gustara a las mujeres de las aldeas, ya que la mayoría de ellas vestía con vestidos de remiendos, y la que no vestía con remiendos vestía con un vestido remendado... Pero no tenían nada que hacer con a él, ya que le gustaban los culos, y no precisamente de las mujeres.

Entró a la casa de J...