¿Mi hijo ya te folló el culo, Sabrina?
Un cincuentón le mete el vicio en el cuerpo a la mujer de su hijo.
Sergio, un cincuentón, moreno, de estatura mediana y de muy bien ver, estaba asando sardinas en la parrilla de la chimenea de su galería en la noche de san Juan. Dos de sus hijos sentados a una mesa conversaban animadamente delante de sus vasos de vino tinto, sus esposas preparaban dos ensaladas con lechuga y tomates. En el patio cuatro de sus nietos corrían alrededor de una hoguera y Sabrina, una de sus nueras llevaba en brazos a su hijo de un año, que miraba embobado para el fuego. Dos perros pequeños cor...