La okupa
Habrá que echarle un polvo a la nacionalista, otro a la okupa, otro a a la atea y un par de ellos a la bisexual.
Estaba anocheciendo. Iba en mi auto cruzando el puente de la isla de Arosa cuando la vi haciendo dedo. Era una joven morena, de estatura mediana, ojos negros, con coletas, vestía unos shorts negros, una camiseta blanca de tiras, llevaba un bolso negro en bandolera y calzaba unas zapatillas de deporte blancas sin calcetines. Con el bronceado que tenía parecía mulata. Paré el auto a su lado. Me miró, abrió la puerta y se metió dentro.
-Hizo un día de perros -me dijo después de acomodarse en el asiento. ...