Por el culo no que me lo rompes, padrino

La ahijada va a buscar a su padrino y lo encuentra.

Camila vestida con una chaqueta azul, una blusa blanca, una minifalda azul, calzando zapatos negros con tacón de aguja y con una bolsa en la mano, llamó a la puerta de su padrino, Emilio al abrir y verla se llevó un alegrón. Sabía a lo que venía. Le preguntó:

-¿En que has venido?

-En autobús.

Al entrar en casa a Camila le llegó un olor a asado que abría el apetito. Emilio miró para sus piernas, unas piernas rectas desde la raíz del muslo hasta el tobillo con curvas en tobillos y rodillas y...

¡Me acaba de poner cachonda, padrino!

En Pascua la ahijada va a buscar la rosca a casa de su padrino acompañada de su novio y discuten. Él la deja tirada y la joven se toma un jerez y unos pasteles con el padrino.

Camila era una joven gallega que estaba cómo un queso de tetilla. Era Pascua y fuera a recoger la rosca a casa de su padrino acompañada de su novio Javier, un joven desgarbado y chulo de más. Emilio, su padrino, al abrir la puerta y verlos, les dijo:

-Pasad, pasad.

Entraron en la casa. En la sala sobre una mesa camilla con la parte superior de cristal había una botella de Tío Pepe y una docena de pasteles. Sobre un mueble estaba la rosca. Emilio estaba con una sonrisa de oreja a oreja.

-Se...

El cabronazo y la vergonzosa

Pablo es un cabrón incorregible, Herminia es una chica recatada y vergonzosa, y hasta aquí voy a escribir.

Herminia una muchacha gallega de ojos marrones, de estatura mediana y con su largo cabello de color negro azabache recogido en una coleta estaba en la cama de su habitación tomando la siesta. Dormía boca arriba tapada con una sábana blanca, con una mano bajo la almohada y la otra estirada a lo largo de su cuerpo. Su hermano Pablo, un cabronazo incorregible, que se follara a media aldea, entro en la habitación sigiloso, fue hasta la cama, le quitó lentamente la sábana de encima y su sorpresa fue mayúscula cu...

Incestuosos, lujuriosos y tramposos

El título te dice de que va el relato.

Ofelia y Sergio eran dos hermanos que vivían con sus padres separados, ella con su padre Raimundo y él con su madre Lucrecia. Él no era guapo ni feo, ni alto, ni bajo, ni gordo ni flaco, era un tipo del montón. Ella era de estatura mediana, muy flaca y tan guapa que parecía un ángel, era una de esas chicas blancas de cara que las ves y piensas que todavía son vírgenes, los dos eran rubios y tenían los ojos azules.

Sergio y Ofelia habían heredado un piso de sus abuelos y en una cama de este piso estaba...

¿Controlarás si te hago correr mientras conduces?

Una mujer casada y necesitada coge en su coche a un guaperas.

Es frustrante tener cuarenta y nueve años, ganas de polla y que tu marido pase de ti, eso me pasaba a mí y no me quedaba más remedio que matarme a pajas y eso sabiendo que cualquier otro me follaría con solo un chasquido de dedos porque estoy más rica que el pan, ya que soy alta, delgada, tengo buenas tetas y un culo redondo y firme y además soy guapa. Con un cuerpo así y mirando cómo me miran los hombres ser fiel me costaba más cada día, y lo que tenía que ocurrir, ocurrió.

Ya anocheciera. Volvía del...

La cuñada del narco, viuda y caliente

Una mujer viuda va de vacaciones a México a la hacienda de su cuñado y se lo pasa en grande.

Isidora tenía veintiséis años y llevaba un año viuda cuando se fue de vacaciones a México a la hacienda de su cuñado, un narco gallego que trabajaba bajo la protección de las autoridades estatales.

La primera noche estaba medio adormilada boca abajo en la cama de su lujosa estancia cuando le llegó un grato aroma a anises. Después sintió cómo lentamente le bajaban las bragas. El morbo hizo que se hiciese la dormida y se dejara hacer cochinadas. Sintió cómo unas manos de tacto suave abrían sus nalgas y...

¡Te voy a romper el culo, pecadora!

El cura de un pueblo sorprende a dos hermanos follando en un cobertizo y... Descubre lo que pasa leyendo el relato.

Don Luis, Lucho para los más íntimos, era un cura cincuentón, moreno, delgado, de estatura mediana y no era feo. Vivía en una casa parroquial de dos plantas en un pueblo gallego. El cura hacía de todo para sus feligreses, desde cerrajero a carpintero pasando por albañil, y por supuesto lo hacía gratis, por eso decían las viejas que era un santo, pero de santo no tenía nada.

En frente de la casa del cura, en una casa de una planta vivía Marta, una mujer a la que abandonara su marido. Tenía 42 años y es...

La casada decente se desata

El título lo dice todo.

Eva y Miguel se habían ido a cenar a casa del jefe de Miguel. Sebastián se había comprado unos pistachos y una botella de rioja tinto para ver el Barcelona contra el Real Madrid. Estaba sentado en un tresillo enfrente de la televisión con una bufanda y una camiseta del Real Madrid.

A Teresa no le gustaba el fútbol, pero si los pistachos y el vino. En bata de casa se sentó a su lado, y le dijo:

-¿Que te pareció lo de la otra noche?

-Mucha oscuridad.

-En la oscuridad no se ven los mich...

La casada decente... Hasta que llegó su hora

Una mujer casada es acosada por su cuñado. La madre de ella, una mujer viuda... Lee el relato, no te arrepentirás

Sebastián tenía veinte años y era moreno, alto, de ojos azules, delgado y estaba cachas, pero era un vago, un sinvergüenza y un mujeriego incorregible. Su hermano Miguel era cuatro años mayor que él, más bajo, menos guapo y no estaba cachas. Siempre fuera su ejemplo a no seguir, o sea, era formal y responsable, tenía trabajo estable y estaba casado con Eva, una mujer de veinticuatro años. Sebastián se encaprichó de Eva la primera vez que la vio, y sus motivos tenía. Era una mujer muy alta, tenía larga melen...

Anal, quiero tener un orgasmo anal.

Al jardinero le paga el marqués por follar a la marquesa

Abelardo había hecho casi de todo, trabajara de camarero, pintor, peón, enfermero..., lo dicho, trabajara casi de todo, y a los treinta y seis años trabajando de jardinero en un marquesado le ocurrió lo que os voy a contar y lo contaré cómo si yo fuera él.

La marquesa tenía sesenta años y era de estatura mediana. El día que la vi por vez primera llevaba su cabello teñido de rubio, un vestido azul que le daba por encima de las rodillas y calzaba unas sandalias del mismo color. Lucía una gargantilla, pu...