Eso no, papa, me dolería, la tengo muy estrechita

Un padre y una hija miran la televisión. Esa noche ponen en TV 1 una película subida de tono y acaba ocurriendo lo que no debiera ocurrir.

Mason era un americano rubio, de ojos azules, musculoso, de casi dos metros de altura, con tatuajes hasta en el culo y era cabo en los marines en Rota, un municipio español a 51 kilómetros de Cádiz en la comunidad autónoma de Andalucía cuando conoció en un hospital a Maylin, una china de 38 años, con los ojos y el cabello negro, que no llegaba al metro cincuenta de estatura y que tenía una hija. Se enamoraron y se casaron. Diez años después Mason trabajaba de mecánico en un taller de coches y Maylin seguía...

La viuda del herrero

Cuando una mujer que lleva mucho tiempo sin follar se calienta se tira a lo que pilla por delante.

Venancia, la viuda de Juan el herrero, era una mujer morena, de ojos negros, entrada en carnes, con buenas tetas, buen culo y tenía el cabello largo y recogido en una cola de caballo.

Se quedara viuda un mal día que un burro le diera una coz en la cabeza a su marido y lo mandara para el otro barrio. No le quedó más remedio que seguir ella con el negocio, del que ya sabía por qué ayudaba a su marido cuando tenían apuro. Una noche, cuando ya iba a cerrar, llegó a la fragua un feriante al que su caballo...

Dos cuñadas y una cama

Debido a los ronquidos del marido de una de de ellas dos cuñadas duermen en la misma cama.

-Es que no hay quien duerma, ronca cómo un condenado.

-A mí también me despertó. ¿Siempre ronca así de fuerte?

-No, ronca así después de emborracharse.

Rita y Rosa eran dos cuñadas veinteañeras. Rita era pelirroja, con el cabello largo, tetas medianas, ojos azules, anchas caderas, cintura normal y buen culo. Rosa era morena, delgada, los ojos marrones, tenía las tetas pequeñas, la cintura fina, caderas normales y culo redondo. En camisón tomaban un vaso de leche en la cocina de la casa de...

Jugando a ser puta

Se corrió cómo una bendita, y yo oyendo su gemidos y viendo su temblor de piernas, se la saqué del culo, se la metí en el coño y se lo llené de leche.

Estaba de pie al lado de la barra de un bar y hablando por mi teléfono móvil fingí que estaba contratando a una chica de alterne.

-Que sea morena, ni gorda ni delgada, buen culo, tetas grande y juguetonas.

Sara Alejandra, mi sobrina, que acababa de llegar al bar, me preguntó:

-¿A quién le estás dando mi descripción, tío?

-A nadie. Le decía a alguien cómo quiero la chica... No son cosas tuyas, S A.

-Me llama S A desde niña. ¿Por qué?

-Por abreviar.

-Era por eso. ¿Y p...

El ojito derecho de papá

Una joven baila para su padre una vieja danza árabe y..., y lee el relato para saber que pasa. Vale la pena leerlo.

Sonia Camila Venancia de Todos los Santos era una joven alta, de cabello de color negro azabache, largo y rizado, su nariz era pequeñita, su boca tenía labios carnosos, sus ojos eran azules y grandes..., era bella, tan bella era que era la envidia de sus pocas amigas y el sueño de cualquier hombre que la conociese.

Sonia desde muy joven, en verano, andaba por la casa en bragas y camiseta y su padre lo veía cómo la cosa más normal. Esa noche de verano iban a cambiar las cosas. Sonia estaba con las pier...

La casada ardiente

Estaba buena y muy mal follada

Me había escrito un correo, me había dicho su edad y me mandara unas fotos de su cuerpo. Era una mujer madura. ¡Y cómo estaba! Sus piernas era largas, su culo pequeño y redondo y sus tetas eran unas tetazas

Me preguntó si tenía Telegram, le dije que no, pero que lo iba a bajar. Por Telegram me mandó fotos en la que estaba en ropa interior en poses atrevidas y en las que se le veía la cara y era guapa. Jugamos, y después de correrse no supe de ella hasta una semana después, me llegó un mensaje por Tele...

¡Qué cabrona era la tía abuela y qué cerda la tía!

En la cuadra de la vaca o en la habitación, a Agustín lo follaban donde lo pillaban.

Señor Agustín después de hacerse esperar llegó al monte abierto donde yo ya lleva tres horas apastando el caballo. Estaba sentado en una pelada, se sentó a mi lado, y me preguntó:

-¿Donde lo dejamos ayer?

-Me iba a contar lo de su tía abuela.

Sacó un cigarrillo Celtas sin filtro de la cajetilla, y antes de encenderlo con su mechero contra viento y marea, comenzó a contar la historia.

-Mi prima, mi tía y mi tío se habían ido a las seis de la mañana con el carro y un caballo al monte a...

Follado por la prima, la tía y la tía abuela

Un joven gallego va a Asturias a trabajar, se hospeda en la casa de su tío y allí se pone las botas.

Hace muchos, muchos años, cuando era más fácil que te tocase la lotería que oler un coño, un cuarentón, casado, que se follaba todo lo que se movía y que me veía cómo el hijo que nunca había tenido, me contó cómo se había tirado a su prima, a su tía y a su tía abuela en el tiempo que estuvo en Asturias. Os lo voy a contar más o menos cómo me lo contó él, ya que cómo os dije ya paso mucho tiempo de eso. Comenzó a contarlo así:

-Empecé follando sin querer con mi prima, seguí queriendo con mi tía abuela...

Incesto en el monte de los cuervos

... No tanto, al correrme se la llené de leche y echaba por fuera. Si vieras cómo le caía...

Carmela, después de haber estado diez años en Suiza, había hecho una casa de ladrillos en una apartada aldea gallega donde las otras casas estaban hechas de piedras y barro y donde solo había un puñado de vecinos y todos viejos, menos su hermana, su cuñado y su sobrino.

Era sábado, Sandro, el sobrino de Carmela, un joven muy fuerte, de estatura mediana, moreno, de ojos negros y delgado, iba con su burra por el monte de los cuervos. En los serones la burra llevaba seis sacos que pensaba llenar de piñas...

Sexo entre una zorra y un vicioso

Cuando una zorra y un vicioso se encuentra lo pasan de muerte.

Estaba de viaje de negocios en Vigo y fui a cenar a un restaurante que me habían recomendado. No estaba mal el sitio, aunque un poco triste, ya que solo había nueve personas más comiendo, cuatro en mesas de dos y una comía en solitario. Las mesas estaban separadas las unas de las otras guardando la distancia de seguridad. Era la primera vez que iba a un restaurante desde que empezara la pandemia y me dije a mi mismo que no iba a volver, pero ya que estaba allí y tenía que comer.

Antes de sentarme enfr...