Eso no, papa, me dolería, la tengo muy estrechita
Un padre y una hija miran la televisión. Esa noche ponen en TV 1 una película subida de tono y acaba ocurriendo lo que no debiera ocurrir.
Mason era un americano rubio, de ojos azules, musculoso, de casi dos metros de altura, con tatuajes hasta en el culo y era cabo en los marines en Rota, un municipio español a 51 kilómetros de Cádiz en la comunidad autónoma de Andalucía cuando conoció en un hospital a Maylin, una china de 38 años, con los ojos y el cabello negro, que no llegaba al metro cincuenta de estatura y que tenía una hija. Se enamoraron y se casaron. Diez años después Mason trabajaba de mecánico en un taller de coches y Maylin seguía...