Un pequeño gran hombre y sus compañeras de clase 4

Siguiendo con el plan Ana y Cayetana le presentan a Altagracia, una preciosa mulata, sin saber que esta chavala se quedaría prendada del enano y que se acostaría con él de motu proprio sin pensar en el dinero que le habían prometida.

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Ajeno a los planes que mis amigas habían urdido, ese viernes como tantas veces aparecí por Cats sin otra intención que tomar unas copas. Sin saber que mi estreno en el plano sexual estaba cerca, saludé a Ana.

―Pedro, ¿conoces a Altagracia?― señalando a una latina de grandes tetas y piel oscura, me preguntó.

Aunque había visto a esa chavala deambulando por los pasillos, nunca había hablado con ella, por lo que extendí mi mano regordeta para saludarla un tanto cortado por su altu...

Un pequeño gran hombre y sus compañeras de clase 3

Después de haber tenido la polla del enano entre sus manos, Ana y Cayetana deciden ayudarle para que deje de ser virgen, pero en vez de acostarse con él directamente hablan con una mulata para que sea ella quien lo estrene.

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Al día siguiente, mis padres me estaban esperando para desayunar conmigo. Asumí al instante que iba a tener bronca, pero para mi sorpresa tanto mi vieja como mi viejo se abstuvieron de recriminarme nada. Únicamente insistieron que no saliera de casa y me quedara reponiéndome de la paliza.

Aterrorizado con la idea de enfrentarme con Ana y con Cayetana, accedí de buena gana y por ello, no me enteré hasta mucho después de lo que esa mañana decidieron a mis espaldas y es que sin informar una a l...

Un pequeño gran hombre y sus compañeras de clase 2

Aunque Ana empieza a salir con un amigo sigue teniendo a Pedro como confidente sin advertir al hombre que se esconde detrás del enano. Pero cuando este recibe una paliza por defenderla, tanto ella como Cayetana lo empiezan a ver distinto.

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El noviazgo de Manuel y Ana no varió en absoluto la amistad con ellas. Al igual que Borja no era un impedimento para ser amigo de Cayetana, que mi colega de la infancia saliera con la morena solo provocó que, en vez de cuatro, saliéramos cinco de copas teniéndome a mí de enano sujeta velas.

Es más, la confianza que me unía a él desde niño determinó que mi conocimiento de las andanzas sexuales de mi amiga se incrementase, al contar con la versión de ambos. Un claro ejemplo de ello fue la prim...

Un pequeño gran hombre y sus compañeras de clase

Esta serie va sobre el descubrimiento de la sexualidad de Pedro, un enano, gracias a la ayuda de unas compañeras. Pero antes un aviso a los HATERS, solo encontraran superación y no menosprecio hacia el héroe de la historia. En este capítulo, el pequeñín descubre los secretos sexuales de sus musas

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Nacer con acondroplasia es una putada. No seré yo quien lo dude, ya que nací con esa mierda de trastorno genético que provoca al que lo sufre enanismo. Sí, ¡soy un enano! Uno de esos que la gente políticamente correcta llama gente pequeña. Desde siempre me ha tocado los cojones esa denominación porque es un paternalismo de la peor especie. La aceptación pasa por llamar a las cosas por su nombre y me niego a usar la forma “educada”, prefiero la mía… nací enano, crecí enano y moriré enano. ...

La tentación tiene hambre de mujer FIN

Capitulo Final de la serie donde la joven asiática se entrega a la pareja y Walter la desvirga. Contiene lésbico, tríos, un poco de todo

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Capitulo Final de la serie donde la chinita se entrega a la pareja y Walter la desvirga. Contiene lésbico, tríos, un poco de todo…

Saliendo de las habitaciones de su clienta, Walter dio un último repaso a la seguridad de las instalaciones y tras verificar que todo estaba en orden, pidió al restaurante de un amigo que trajeran un piscolabis con el que agasajar a la oriental.

-La próxima vez avísame con más tiempo- protestó su colega antes de comprometerse a que lo tendría a la hora des...

La tentación tiene culo de mujer 9

De vuelta a casa, Walter se encuentra a su novia atada sobre la cama con ganas de jugar, simulando que viene con compañía empieza a besarla y a lamerla. Elizabeth se lo cree y piensa que es la chinita quién se lo está comiendo

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Ya de camino hacia la casa de invitados, las dudas del gigantón afloraron nuevamente y hecho un mar de nervios, entró sin llamar. Era tal el silencio que había que creyó que no había nadie. Cuando ya daba por hecho que Elizabeth no estaba, se la encontró llevando un antifaz y en picardías sobre el colchón. Por un momento pensó que estaba atada de pies y manos a los cuatro esquinas de la cama, pero tras echarla un vistazo más detenidamente comprobó que solo se había amarrado los tobillos mientra...

La tentación tiene pechos de mujer 8

Al acudir a su cita con la chinita, Walter se la encuentra llorando, al preguntarle qué pasa, Mei le explica que su madre quería casarla y que se ha negado diciendo que tenía novio. Beth se une a ellos y entre los tres acuerdan que el hombretón simule serlo a todos los efectos menos en la cama.

Los cinco minutos que tardó en salir los aprovechó Walter para vestirse y sin darle otra opción,  se despidió de ella comentando que la clienta lo había llamado.

-Vete- respondió Beth llena de dudas.

Su jefe atribuyó al deseo su tono dubitativo y sin que nada perturbara su satisfacción, se despidió de ella dejándola en la habitación. Al secarse, el temor de ser descubierta volvió con fuerza a su mente y solo la confianza que tenía en la inteligencia de la oriental consiguió que no se pusiera his...

La tentación tiene piel de mujer 7

Tras una noche de pasión lésbica, la militar y la rica heredera pactan conseguir que Walter se meta en la cama con ambas mientras se separan para que no las descubra al volver. Ya sola, Beth se está duchando cuando aparece su amante y con un deseo desproporcionado le pide que se la folle.

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Tras haber dormido un par de horas, Beth despertó en brazos de su clienta. La expresión beatífica que lucía mientras dormía la cautivó y sin quererla despertar, se quedó mirando extasiada a la joven.

«Es una monada», murmuró para sí mientras recorría con los ojos a la pequeñaja y pensando en la promesa que le había hecho, concluyó que la belleza de esos senos adolescentes y su cintura de avispa enloquecerían a Walter si algún día tenía la oportunidad de disfrutar de ellos.

Sin rastro...

La tentación tiene nombre de mujer 6

Tras más de diez años escribiendo, he de decir que por primera vez me siento satisfecho con una escena lésbica. ¡Espero que os guste! En este envió, Beth es acosada por la anfitriona de la fiesta, provocando los celos de la chinita. La guardaespaldas consigue calmarla prometiendo dormir con ella.

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Cinco escasos minutos tardó la limusina en llegar a la torre Trump. Trescientos segundos que le sirvieron a Elizabeth Lancaster para recuperar un aplomo que nunca debía haber perdido y actuando como guardaespaldas,  oteó el entorno antes de sonriendo dar el visto bueno a su clienta para salir del vehículo.

-Señora, no hay peligro- dijo marcando las distancias con la tentación que para ella suponía la pálida belleza de la heredera.

Sin verse afectada por la frialdad de ese tratamiento,...

La tentación tiene aroma de mujer 4

Tal y como habían planificado, Beth acompaña a su clienta a un concierto de música clásica sin que ella y su jefe sepan que una vez dentro del teatro las melodías interpretadas por la orquesta pasarán a segundo plano y que la guardaespaldas tendrá que luchar para mantener lejos a … ¡la chinita!

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El coche donde viajaba Walter llegó antes que la limusina de su jefa a la Ópera Metropolitana y por ello cuando vio llegar el gigantesco vehículo, con la mano cerca de la bandolera, se apresuró a abrir su puerta. La primera en bajarse fue Elizabeth, la cual ni siquiera lo miró. Que no se fijase en él, no le hizo sospechar nada. Lo que sí le extrañó fue ver que, al salir la heredera, ésta tomaba de la mano a su amante.

«¿Y esto?», por un segundo se preguntó, pero al momento dio por sentado q...