Convertí a mi nuera y a su madre en putas 5
Cuando compré el cortijo además de la piscina, mandé construir una sala de juegos en la que coloqué toda clase de juguetes de dominación. Aurora, mi ex, me ayuda a estrenarla con nuestra nuera y llevando a Sonia hasta allí, la atamos a una cruz de San Andrés INCLUYE UN POCO DE TODO
En la cocina me encontré a Teresa dando de desayunar a Manolito. Curiosamente, al entrar y sin que tuviera que decir nada, dejó al niño y tras ponerme un café, me preguntó si deseaba algo más.
―No, con el café me basta― contesté mientras daba un repaso a lo bien que le quedaba el uniforme.
De haber sido una criada “normal”, le hubiese dado las gracias. “Perra”, en cambio, con el sonoro azote que descargué sobre sus nalgas debía darse por satisfecha. Para mi extrañeza, la zorra no solo no se quej...