Los matones del colegio se follaron a mi madre

Intentando evitar que continuaran acosándome en el colegio, deje que hicieran con mi madre lo que quisieran.

Aquel año a mi padre lo habían trasladado a un nuevo destino en su empresa. Era en una nueva ciudad por lo que alquilaron un piso al que nos trasladamos. Como mi madre no trabajaba no tuvo ningún problema en ir y a mí me buscaron un nuevo colegio próximo al piso donde vivíamos.

Como era de naturaleza más bien tímida, me costaba integrarme y hacer amigos, pero mi madre siempre hacía lo posible por ayudarme.

No había pasado ni un mes cuando ya era molestado por algunos muchachos mayores que yo, de...

La niña mala y su madre violada

Las travesuras de la hija las paga su madre, y ¡cómo las paga!

(CONTINUACIÓN DE “LA NIÑA MALA Y LA VUELTA A CLASE”)

(ESTE RELATO TRANSCURRE AL MISMO TIEMPO QUE “LA NIÑA MALA Y EL BOSQUE DE LOS SÁTIROS”)

Es un sábado por la mañana cuando Elena, conduciendo su coche, va en busca de su hija Malena con la que ha quedado para recogerla a la salida del instituto al que va a clase de recuperación.

Llegando a la esquina en la que ha quedado con ella, aminora la velocidad del vehículo para verla, pero no la ve, por lo que, al encontrar un hueco, aparca, esperá...

La niña mala y la vuelta a clase

Después de la experiencia que tiene Malena en casa de su compañera de clase donde casi la violan, vuelve al día siguiente al instituto.

(CONTINUACIÓN DE “LA NIÑA MALA Y LA POESÍA”)

Aquella noche no duerme Malena tan bien como acostumbra, ya que la tarde anterior estuvo a punto de ser violada por un desconocido en el portal de la casa de Nines, una de sus compañeras de clase. Pero lo peor fue que los padres de Nines la pillaron a ella, a Malena, completamente desnuda de la cintura hasta los tobillos, con el culo, el coño y las piernas al aire, de puntillas encima de una silla, buscando sus braguitas y su faldita encima de un armario. ...

Mi madre y la venganza de mi primo

Un comentario en el pasado de mi madre provoca la venganza de mi primo.

Todavía recuerdo aquel día de verano en el que mi madre y yo fuimos al chalet de mis tíos a pasar el día.

Yo no tendría más de once años y mi madre todavía no había cumplido los treinta y tres.

Tanto hablaba mi tía Matilde, hermana de mi padre, a mi madre sobre lo maravilloso que era el chalet que tenía en el pueblo, con su maravillosa piscina, que al final, mi madre aceptó la invitación de ir a pasar el día y meterse en sus aguas.

Mi padre, como era su costumbre, pasó de ir con nosotros,...

A mi madre se la follaron en la fiesta de navidad

Todavía recuerdo aquella noche de navidad en la que se follaron a mi madre en la fiesta de la empresa donde trabajaba mi padre.

Ahora que todavía recuerdo nítidamente lo que la sucedió a mi madre en una fiesta a la que nos invitaron, os paso a relatarlo, obviando detalles y modificando nombres, por supuesto, que puedan identificarnos.

Un alto directivo de la empresa donde trabajaba mi padre invitó a los empleados que estaban en su dirección a la fiesta que hacía para festejar la navidad. La invitación incluía a la pareja del trabajador, pero no decía nada de llevar a los hijos.

Esta fiesta era en el chalet que tenía en l...

La niña mala y el bosque de los sátiros

Un paseo por el bosque la descubre que los sátiros siempre se follan a las ninfas.

Es un sábado por la mañana cuando Malena sale del instituto al que va a clase de recuperación.

Moviendo alegre el culito y las caderas, camina ella pizpireta, con su polo blanco ajustado de manga corta, su faldita plisada de cuadros y sus mocasines colorados. Este día Malena no lleva sostén que cubra sus incipientes tetitas pero si lleva unas pequeñas braguitas blancas que apenas cubren sus preciosas nalgas redondas y sonrosadas, como bien se puede ver al llevar una falda demasiado corta, ya que no so...

La puta y el gilipollas

Mi madre, sirviendo como camarera en una extraña fiesta, acabó dando algo más que bebidas y canapés, polvos de todos los gustos y sabores.

(CONTINUACIÓN DE “MI MADRE SE VA DE MARCHA”)

Salió por la puerta de la habitación Boris llevando cogida de la mano a mi madre, prácticamente desnuda sino es por el diminuto tanga y los zapatos de tacón que llevaba, así como su antifaz.

Y yo corrí detrás de ellos, agitándose en cada paso mi cipote totalmente empalmado. Cubría mi rostro con una ligera máscara como única vestimenta y llevando en mi mano una túnica que pensaba utilizar como disfraz.

Salimos al pasillo, cubiertas sus paredes de...

Mi madre se va de marcha

Una invitación forzó a mi madre a acudir a una fiesta particular, y yo la seguí.

(CONTINUACIÓN DE “TODOS SE FOLLARON A MI MADRE”)

La misma noche a la que, después de que Boris y yo nos folláramos a mi madre en repetidas ocasiones, la “invitó” el joven para que ejerciera de camarera en una fiesta particular, yo ya estaba pensando en asistir también y disfrutar de los abundantes encantos de mi progenitora.

Pensaba presentarme la misma la noche del sábado en el lugar donde el joven decidió que la recogería, en el mismo lugar del parque próximo a nuestra vivienda donde nos recog...

Todos se follaron a mi madre

Tras la fiesta en la que se follaron a mi madre, me entro la duda de quienes eran. ¿Fueron todos los conocidos?

(CONTINUACIÓN DE “CÓMO SE FOLLARON A MI MADRE EN LA FIESTA”)

Después de una noche inolvidable, aquel domingo por la mañana nos la pasamos toda la familia en la cama, durmiendo, que no follando, tanto mi padre a la que mi madre había drogado para dormirle, como ella a la que estuvieron toda la noche follando en aquella extraña fiesta, como yo que no solamente me follé a mi progenitora, sino que además contemplé entusiasmado como otros lo hacían en repetidas ocasiones.

Eran más de las cuatro de la...

En casa se folla mejor con mi madre

En la reunión de amigos de aquel sábado por la noche se jugaba algo más que unas partidas de cartas y mi madre fue el premio.

Hace años, cuando yo era pequeño, mis padres tenían la costumbre de quedar los sábados por la tarde con los amigos para jugar a las cartas.

Quedaban todos los sábados y cada sábado las partidas se celebraban en casas distintas, y, aunque eran los hombres los que realmente jugaban, les acompañaban siempre las mujeres y frecuentemente los hijos pequeños, de forma que lo normal es que hubiera unos cinco o seis matrimonios cada sábado.

Los anfitriones preparaban unos aperitivos que se complementaban...