La Madrastra (4)

Ella de nuevo calló, ciertamente ninguno de los dos era inocente en aquella batalla de reproches...

¿Sabes lo que más me dolió…?

Al día siguiente me puso el desayuno como cada mañana. Seguía tan fría como cuando me encontró en el baño, distante y fría. Supongo que no era para menos tras lo que le hice. En cierta medida me sentí culpable por ello, pero admito que fue un acto improvisado, visceral y alocado, pues la juventud es lo que tiene.

Mi padre estaba desayunando conmigo, así que no había mucho espacio para continuar la charla que traté de entablar en la noche. De modo que esperé hasta q...

La Madrastra (3)

—¡Qué haces! —dijo en un susurro ahogado empujándome para apartarme de su cuerpo...

Pillado en el baño…

Más tarde vino mi padre y cenamos, como siempre venía medio borracho y con sorna no paraba de hablarnos con el “deje” que suelta la lengua tras la ingesta de gran cantidad de alcohol.

Mi madrastra no hacía más que disimular y de reojo me miraba. Yo la miraba vivamente y ella me evitaba. Se había duchado tras la doble corrida sobre su cuerpo y yo me recreaba en la visión de su cuerpo desnudo siendo regado por mi esperma caliente. De buena gana hubiese ido más allá, pero lame...

La Madrastra (2)

—Lo siento hijo, ya sé que es muy fuerte, es tu amigo y entiendo cómo te debes sentir. ¡Oh, no sé cómo he podido!

Post-pillada…

Cuando oí la puerta de mi casa cerrarse, supe que mi amigo se había marchado. Así que, sigilosamente salí de mi cuarto. Todo estaba en silencio de modo que me encaminé hacia el dormitorio donde había tenido lugar la pillada.

Como un gato, pisaba suavemente el suelo, sin zapatillas para no hacer ruido. Fue entonces cuando volví a oír a mi madrastra hacer pis en el baño que había contiguo a su dormitorio, así que entré como un gato por su casa y ni corto ni perezoso asomé la cabeza...

La Madrastra

Pillados "in franganti"...

Pillados “in frangati”…

Todo empezó aquel día en que iba a jugar al fútbol y finalmente el partido se suspendió por lo que regresé a casa antes de lo previsto. Entonces fue cuando los pillé... No podía creerlo a pesar de que los tenía allí mismo, delante mío, ¡follando!

Ante todo he de decir que mi madre no es mi madre es mi madrastra. Mi verdadera madre murió en un accidente de tráfico, según me enteré más tarde iba bebida al volante y se estrelló contra un árbol, por lo que mi padre, tras...

Márcelin

Allí me siento en la tacita blanca y levantándome mi traje negro del uniforme del instituto al que voy, me bajo las...

Mi nombre es Marcelin, soy una chica de pelo muy largo y lo llevo tintado en un color entre el rosa y el naranja, muy llamativo, me encanta.

Tengo una flor tatuada en la mano derecha y en la izquierda todo un rosal, me encantan mis tatuajes.

Estoy volviendo del instituto a casa con unas amigas y tras despedirnos en mi puerta, ellas siguen y yo entro en casa.

El silencio es absoluto, entro al salón y allí está mi tío, sentado en el sofá, con un brazo extendido en pose muy relajada. Quien lo...

Por qué ya no me gusta el porno

Os confieso que últimamente mi visión del porno ha cambiado...

A veces veo porno,

Pues sí, como todos y todas, pues supongo que en esto hay que ser igualitario. A ellas también les gusta ver pollas y coños follando, gimiendo, corriéndose. Aunque normalmente se dice que el porno está hecho para hombres, pues por ejemplo: ¿por qué siempre tienen que acabar corriéndose en la boca de ella?

Lo admito, el 99% del porno que se hace hoy en día no me gusta, pues es burdo, cuando no absurdo, o lo que es peor, bejatorio hacia la mujer. ¡Follar duro! ¿Por qué les habrí...

Siete madres desesperadas (7)

Esto me desarmó, sentí la excitación crecer enormemente en mi interior mientras me...

La tarde era cálida, el director fue muy puntual, de manera que me aseguré de que aquella tarde Ralph estuviese con Rachel para estar yo sola en casa.

El director tenía canas y vestía de un modo distinguido para ser un hijo de puta que me iba a follar por segunda vez. Encima tuve que aguantar que insistiera en tomar té con pastas.

— Y dígame señora, ¿no busca un marido desde que enviudó? —se atrevió a preguntarme.

— No necesito nada de los hombres a dios gracias —dije yo malhumorada.

...

Siete madres desesperadas (5)

Entonces vi brillar los ojos de aquel director, lascivo me miró de arriba abajo...

Jones, Bárbara

Ralph no fue muy brillante, desde pequeño le costó aprender a hablar, pero yo me esforcé porque fuese aprendiendo cada palabra en su épico de infantil.

Cuando por fin cumplió los cinco años me llamó el director del colegio donde Ralph tenía que cursar sus estudios. Soy viuda desde hace uno diez años, allí tuve que enfrentarme a un cincuentón estirado que trataba de decirme que Ralph no era normal.

— Si pretende usted decirme que Ralph no es un niño normal, ¡no se lo voy...

Siete madres desesperadas (6)

Allí me limpié mi sexo y descubrí con horror como mis...

La entrevista terminó conmigo arrodillada ante aquel director lleno de canas chupando su polla mientras este se aferraba a los brazos de su sillón de madera.

— ¡Oh señora Jones! ¿Qué boca tiene usted? —se permitió decirme el hijo de puta.

Seguí chupando con fuerza aquella polla y contuve mi asco por él y por lo que tenía entre los labios. De repente me detuvo, estuvo a punto de correrse —¡Mierda, tenía que habérsela meneado para provocar su corrida y no tener que seguir hoy! —, me dije entre lam...

La Terapia (6)

Leonor abrió sus ojos y lo vio recomponiéndose, mientras disimuladamente se olía los dos dedos con que antes la había penetrado...

Ya había pasado una semana, que como siempre, pasó volando en la monotonía de Leonor, del trabajo a casa y de casa al trabajo. Pero ya se encontraba en la consulta de su psicólogo favorito, el cual, como de costumbre, no estaba. Así que Laura la hizo pasar a la ya familiar cocina para invitarla a café.

—Bueno Leonor, ¿qué tal estás? —la saludó mientras andaban por el oscuro pasillo.

—Bien, ¿y tú?

—Aceptablemente bien —asintió la servicial secretaria.

—Me alegro – reconoció Leonor en...