Las primas
Dos primas aldeanas se van a servir a la ciudad. Una de ellas, dejando salir al animal sexual que lleva dentro, va a llegar de chacha a señora.
Corría el año 1970. Era un día soleado del mes de agosto. Gloria, 20 años, morena 1.68 de estatura, flaca, de ojos castaños y larga melena negra, llegó al río de su aldea con una bañera en la cabeza y una tabla en la mano. Lavando en el río estaba su prima Carmen 21 años, pelirroja, de ojos azules y con todo bien puesto. Al rato le decía Carmen:
-Me voy a servir a la ciudad. Estoy harta de cavar en las huertas. De lavar en el río. ¡Estoy harta de ser la esclava de mis padres!
-Yo estoy bien aquí...