Un viaje alucinante -2-

¿Fuiste alguna vez en un Seat 600 por una carretera de adoquines? si no fuiste te diré lo que es. Es un continuo traca traca, traca traca, traca traca, traca traca, y ese traca traca lo hacía mi verga en el chocho de mi madre.

En la mitad del viaje, más o menos, mi padre detuvo el coche en el arcén. De conducir sabía lo justo, "para suerte nuestra", ya que para detenerlo pegó un frenazo y mi verga se clavó hasta el fondo en el chocho de mi madre, que soltó un gemido. Mi padre seguía disfrutando.

-¿Te asustaste, fea durmiente? No haberte quedado dormida. Vamos a refrescar la garganta, Pedro.

La luna estaba en cuarto creciente y  aparecía de vez en cuando entre las nubes. La farola más cercana estaría a unos 100 metros....

Un viaje alucinante

Yo ya había quitado la verga. Le levanté la falda a mi madre. Ella se sentó en mi regazo buscando con su chocho mi capullo. Le entró con una suavidad exquisita...

Voy a contar esta historia en primera persona como si fuera mi amigo Javier y viviera  en los años setenta en una aldea gallega.

Fermín, mi padre, era un mal nacido. Maltrataba a mi madre un día sí y otro también. Cuando no era una ostia con la mano abierta era un empujón, y cuando no era un castigo corporal era verbal. Le llamaba de todo, y lo más suave era "puta". El putero era él, y por gastar el dinero en mujeres de mala  vida más de una vez pasamos sin comer.

Yo era el mayor de cinco herman...

La vecina - 3 .

Mi abuelo se folla a la vecina y a su hija. Toni se la clava en el culo a mi abuelo y yo lo se la clavo en el culo a él.

Mí abuelo y yo  estábamos sentados en dos banquetas en el corral con un pequeño montón de mimbres al lado. Mi abuelo me enseñaba a hacer una cesta.

-Esto requiere calma,  mucha, mucha calma. Hacer una cesta es como hacerle el amor a una mujer. Si vas a aprisa la fastidias.

-No es lo mismo,  abuelo, a una mujer si al final no le das aprisa es cuando la jodes.

-¡Habla bien! -se quedó mirándome- ¡¿Pero tú ya te estrenaste?!

-No. Hablaba de oídas.

-Nunca supiste mentir. ¿Quién te d...

Olaf

Al acabar de romperle el chocho a Conchita, Olaf, desapareció. Andrea se fue a su habitación. Angelina volvió a su cama.

La sección de caballero  del Corte Inglés sufrió un apagón. Olaf apareció de la nada. Miró para un traje negro de Emidio Tucci... Una fracción de segundo más tarde, Olaf, con gafas de sol. Vestido con el traje negro al que cubría una capa negra y calzando unos zapatos negros, entró en un puti club. Era el único cliente de aquel lugar iluminado por luces rojas. La muchacha más hermosa del sitio de diversión, una morena, minifaldera, tetona, alta y con buen culo, se le acercó.

-Hola.

**-Olaf...

Tres noches con luz

Tuvo un orgasmo bestial, pero no iba a ser el último. El coloso aquel era como las pilas Duracel. y dura, y dura, y dura... Tanto duró que cuando se corrió en las tetas de Luz, tenía los cojones empapados de flujo. y es que Luz ya se había corrido cuatro veces.

Luz es una mujer de 36 años, separada, de cabello rubio, rizado, ojos castaños, labios sensualmente carnosos, piermas jamomas, tetas grandes con pezones enormes, gran culo tragón... Tiene un polvazo.

Un viernes por la noche estaba en cama, le sonó el teléfono móvil, y antes de que dijera nada, oyó una voz que le decía:

-¿Sabe tengo mano?

Era la voz de un africano que no hablaba bien el español.

-¿Quién eres?

-Morenito.

-¿Quién te dio mi número?

-Número a azar. Tocar...

Rebeca

La penetré por donde nunca había sido penetrada. Acariciando mi pechoy y mirándome a los ojos, me dijo: -Quiero sentir tu jugo calentito dentro de mi cola, cielo.

Las palomas se tiraron como camikazes sobre los primeros granos  de maíz que les eché estando sentado en un  banco del parque.  Después se arremolinaron esperando aquella lluvía dorada. Hacía un día espléndido. Bajo la sombra de las jacarandas, arces y árboles del paraíso la vi llegar. Vestía un pantalón pitillo, apretado,  que marcaba el corte de su cuca, y una blusa blanca, en la que abultaban unas grandes margaritas. Venía con una silla de paseo en la  que traía a un niño rubio, que sonreía a las palomas...

Cuatro días de primavera

-He tenido un sueño húmedo contigo, Rita. -No jodas, Araceli! ¿Y qué soñaste? -Que me lo comías todo y me corría en tu boca.

Primer día. 17. 00 horas. Jueves 5 de mayo de 2016.

Araceli, rubia, 1,56 de estatura, entrada en carnes, de tetas, culo y imaginación grandes, estaba en la sala de estar de su casa  con su prima Rita. 1.72 de estatura, morena, de ojos negros, grandes tetas... un auténtico bombón. Araceli le dijo a Rita:

-He tenido un sueño húmedo contigo, Rita.

-¡No jodas, Araceli! ¿Y qué soñaste?

-Que me lo comías todo y me corría en tu boca.

-Mira la mosquita muerta.

-En mis sueños soy...

El vampiro vikingo

Olaf, un vampiro vikingo es devuelto a la vida en pleno siglo XXI

En el mes de Agosto del año 844, D.C, bien entrada la tarde, en tres drakkars y por el río Ulla, llegaron a Catoira (una aldea de Galicia) los vikingos. Armados hasta los dientes, semidesnudos, con sus cascos con cuernos, sus largas greñas,  sus largas barbas y gritando como locos, desembarcaron y se dispusieron a saquear y incendiar la pequeña aldea.  Hombres y mujeres, que estaban trabajando en los campos, al ver el humo que salía de la aldea y sentir los gritos de sus familiares, armados con hoces, horqu...

Las primas - 2 -

Señora, a golpe de coño de culo y astucia.

Casa de los Bermúdez.

Laura, la  viuda de Bermúdez, una cuarentona, gorda, sin hijos y con colores en la cara, colores que producía el vino que se bimbaba, le decía a Carmen:

-Si eres limpia y trabajadora no tendrás ningún problema en esta casa. Ven que te enseño tu habitación.

-Lo soy, señora, soy limpia y trabajadora.

Casa de los Sánchez.

Ana, la señora de Sánchez. Cincuentona, delgada, muy pintarrajeada, y que estaba sola en casa, le preguntó a Gloria:

-¿Quién te habló...

La juez del placer (n.o)

Yo soy la juez del placer. Juzgo y condeno. Mis sentencias son orgásmicas. Él es mi ayudante, don Orgasmo, mi mano ejecutora.

Tatiana y Rubén llegaron a la aldea en un flamante Renault rojo. Preguntando dieron con la casa de los abuelos de Estrella. Una vecina los envió a una huerta donde vieron a Estrella ayudando a cargar un carro de hierba a su prima y a sus abuelos. La primera que los vio fue la abuela, y le preguntó a Estrella:

-¿Conoces a esos dos?

Estrella vio a su amiga Tatiana, 22 años, 50 kilos de peso, 1.70 de estatura. Rubia, de ojos azules, buenas tetas y un culo perfecto. Lucía una  minifalda gris y un to...