Perdición
Hoy se me dio por escribir un relato de relaciones incestuosas y de zoofilia. A ver que os parece
Virginia y Adriana tenian 20 y 19 años, eran de estatura mediana, ni guapas ni feas, de cabello largo y negro. Vestían siempre ropas viejas y holgadas lo que hacía que no se intuyesen sus enormes tetas. Eran las hijas de Bastián, un labrador viudo, cuarentón, de complexión fuerte, bajo de estatura, que vestia pantalones y chaquetas de pana, llevaba una boina en la cabeza y calzaba zapatones. Eran los tres únicos habitante de Perdición, una aldea muy remota de la que el resto de los vecinos se acabaran yen...