El sueño de una tarde de verano - 2- teatro

¿Pero no os pica la curiosidad? ¿Sólo de pensarlo no os excita? A mí ya me late la margarita y la tengo empapada de humedad

(AURORA se pone detrás de MARÍA. Coge sus caderas. Besa su cuello. Busca su boca. MARÍA, se resiste.)

AURORA.-¿Un horror? Un error mi pequeña flor,

un horror sería ingnoraros,

un error sería el no desearos,

el no declararos mi amor.

(MARÍA mira al piso. Piensa. Alza la cabeza, la gira. Mira a los ojos a AURORA.)

MARÍA.-¿Amor? Maldad, perversión, enfermedad.

Estáis mal. ¡Estáis enferma, señora!

*Parecéis una ave depredadora...

Obra de teatro - el sueño de una tarde de verano

¿Qué está sucediendo esta tarde? ¿Por qué estamos hablando en rima? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué se se arroma? ¡Tiemblo! ¡Tiemblo como una cobarde!

PRIMER ACTO

**El telón se alza. Sobre el escenario, a la izquierda, una cama con dos mesitas de noche que tienen lámparas encima. A la derecha una coqueta con un espejo y un taburete delante y un armario. Un cuadro en la pared. Una lámpara en el techo. Las paredes están pintadas de azul y azul es la moqueta del piso. Dos mujeres de unos veinte años, AGRIPINA, de raza negra, muy guapa y con grandes tetas, esta peinando a AURORA, rubia, alta, con tetas como melones. AURORA está en bata de casa sentad...

La noche de halloween

¡Quítasela de una vez, cabrón! Marta reprendió a su hija. -No le digas eso a tu padre. ¡Calla y goza, puta! La bruja es la que manda y os llama lo que le sale del coño

Esmeralda era una jovencita muy guapa (a la imaginación del lector dejo el físico de los personajes del ralato) y tan, tan cariñosa, que a veces se hacía  empalagosa. La noche de Halloween estaba mirando la tele sentada en el sofá de tres plazas de la sala en medio de su padre, Celso y de su madre, Marta, que dormía, y le dijo al padre:

-¿Truco o trato?

-No tengo que darte, cariño.

Esmeralda le dio un beso con lengua que dejó a su padre temblando y sin aliento.

Luego, mirando para su...

Kristel

Se besaron y Juanito la clavó con violencia.¡¡¡Zaaaaaaas zaaaaaaaaas zaaaaaas zaaaaaaaas...!!! Al rato del coño de Kristel comenzaba a salir flujo que bajaba por sus muslos. El pecho de Juanito estaba empapado de leche.

Kristel llegara a la aldea con su marido Juan y su bebé en un día caluroso de 1976 y se encontrara en un mundo nuevo, un mundo de tranquilidad... Del

ruido de los autos al pasear por las calles londinenses de Chelsea y de la contaminación, pasara al aire puro, a los trinos de los pájaros, al gri gri de los

grillos, al arrullo de las palomas... Esta tranquilidad sólo se rompía de vez en cuando por el rebuzno de algún burro, que le recordaba a los conductores

que hacían sonar el claxon de su...

La jaca

-Te podría encular. -No es la primera vez que me enculan y nunca me corrí. -Conmigo te correrías, fijo.

Sólo quedábamos ella y yo en el parque. Estaba cayendo la noche. La Jaca se balanceaba en un columpio, aunque ya  no tenía edad para ello. Su falda se levantaba al subir y bajar el columpio. Yo, sentado en un banco, frente a ella, veía sus bragas blancas. No  había duda de que me estaba provocando. Dio un saltó para salir del columpio y cayó de culo sobre la arena. Fui a su lado y le pregunté:

-¿Estás bien?

Su respuesta me dejó de piedra.

-¿Tienes condones?

Le miré al canalillo de su...

Tasy

-¡Ayayayayayayyay, que me vego, rubita!

Eran horas bajas para Tasy. En su celda añoraba a su familia, a  sus amigas y amigos... añoraba la libertad. Quiso evadirse de su atroz realidad y se puso a recordar...

Tenía 22 años, caminaba por la Avenida Buchardo. Magestuosa, con su media melena de cabello negro al viento, su vestido verde por encima de las

rodillas, sus largas y perfectas piernas, sus grandes tetas... ¡Era un bellezón! Un hombre de unos treinta años la abordó, y le preguntó.

-¿Sos..?

Perdonad, pero el argentino...

De orgasmo en orgasmo

Aquello fue una cascada de leche y flujo. Los dos bombones que estaban de pie le pusieron la cara perdida de leche. Otro...

Zorra Plateada estaba en el probador de una boutique, Margot, una de las vendedoras. Rubia, de ojos color avellana, le preguntó:

-¿Te echo una mano, cuñada?

-Echa.

Margot corrió la cortina y vio a Zorra Plateada luciendo una fina lencería roja. Volvió a cerrar la cortina del probador, y le dijo.

-Esta clase de vestidos de seda sientan mejor sin ropa interior.

Zorra Plateada era zorra viajada y vio las intenciones de su cuñada. Le siguó la corriente. Se quitó el sujetador y le d...

Muñeca

Estrella se corrió en la boca de su tía, una diablesa golosa que se tragó todo lo que su sobrina le dio.

La noche era tan fría que se helaban hasta las cejas. Estrella estaba en la esquina de una calle bajo una farola. Lidia, una cuaretona, trajeada, pintada y enjoyada iba en su Mercedes. Detuvo el auto y bajó la ventanilla. Lidia se acercó al auto, Estrella  le dijo:

-Sube.

-Son cincuenta euros y la cama.

-Sube, pesada.

Estrella era una joven de 20 años, morena, 1,70 de estatura, de grandes ojos negros, tetas medianas y my guapa. Entró en el coche, y Lidía le dijo:

-Eres cabezota...

La puta de lujo

La historia de una pareja que parecía perfecta.

Parecía la pareja perfecta. Ella, Juana, 23 años. Rubia 1.78 de estatura. Sus medidas 95-63-94. Rubia, de ojos verdes. Él, Juan, 25 años 1.82 de estatura... Un David Beckham en sus años mozos. Llevaban seis meses casados. El trabajaba de relaciones públicas. Ella había estudiado Filología inglesa, y dominaba cinco  idiomas, inglés, francés, ruso, italiano, y español, pero de nada le valían ya que no encontraba trabajo, a no ser que fuera de camarera, o otros trabajos similares. Un día mirando en una revista...

La rusita

Le comió las tetas como si fueran melones, mordiendo y chupando. Al llegar al chocho, que ya estaba más que mojado, pasó la punta de la lengua por la raja, suavecito, suavecito, suavecito...

Ana Kamarova, desde muy joven se sentía atraída por las chicas. En un viaje a Arabia vio a una chica  bailando la danza de los siete velos. La bailarina era tan bella y sensual que le pareció una diosa. Sintió que su chocho se iba mojando. Cuando la joven acabó el baile, Ana tenía las bragas para escurrir.

**Al llegar al hotel, ni cenó. Se fue a su habitación. Se quedó en bragas. Se echó sobre la cama. Cerró los ojos, y acariciando las tetas, se vio a si misma y a la bailarina sobre la cama, arrodi...