Camila -2-

-Esta noche quiero que nos pajeemos uno frente al otro. Que me comas el coño de aquella manera que me dijiste y que me des por culo. Quiero correrme tres veces.

Era el día del Carmen. Había fiesta en el pueblo. Desde muy temprano andaba la charanga dando la alborada. Los perros no sabían donde meterse con el ruido que hacían las bombas. Los hombres, en la taberna, se ponian hasta arriba de aguardiente, coñac, ponche, cada loco con su copa, y en casa, cada loca con su copa, ya que las mujeres le daban bien al Sansón, a la Santa Catalina y al anís las Cadenas o al del Mono. Mis padres y los de Camila compraran un cordero ya sacrificado y lo repartieran a la mitad. Er...

El sueño de una tarde de verano -9- teatro -telón

AGRIPINA.-Llegaréis a lo delicioso, y con el pequeño en el trasero sentiréis un gusto tan placentero que os parecerá escandaloso.

AGRIPINA.-¿Pero que decís, descarada?

Encendámonos, amada señora,

y pongamos el coño caliente

para ganarle a la desvergonzada.

(ALICIA, AURORA Y AGRIPINA miran para MARÍA. Comienzan a masturbarse. MARÍA esté sentada en el taburete con la ropa sobre las rodillas.)

MARÍA.-Mis ganas no serán encendidas

con esas falsas masturbaciones.

Ya me conozco esas canciones,

son repetitivas y aburridas.

(Las TRES se siguen masturbando. Hablan de MARÍA como si no estuvi...

Camila

-No soy una santa. Ya tuvimos esta conversación la semana pasada. Me preguntaste si me hacía pajas y te dije que sí.

Verano. años 70.

Mi burra y las ovejas de mi prima Camila estaban apastando en el monte Xiabre. Mi perro, Toni, pasaba el tiempo corriendo detrás de las mariposas. A lo lejos, encima de una gran roca, dos lagartas, con las cabezas levantadas, tomaban el sol. Los grillos estaban dando su serenata. Los cuervos, con sus graznidos, asustaban a los herrerillos, que huían volando de pino en pino. Las ranas en una charca que estaba a punto de secar croaban para que lloviese... Camila y yo estábamos boca arri...

El sueño de una tarde de verano - 8 - teatro

AGRIPINA.- Esto os pondrá tan caliente al estar dentro de vuestra almejita, os pondrá tan excitada, bonita, que os correréis como una fuente

(AGRIPINA coge en el armario un vibrador para estimular el punto G. MARÍA lo ve y queda decepcionada.)

MARÍA.-¡¿Y a esa cosa combada

le llamáis destructor?!

Esperaba un colosal consolador

Esa menudencia no me haría nada.

AGRIPINA.-Esto os pondrá tan caliente

al estar dentro de vuestra almejita,

os pondrá tan excitada, bonita,

que os correréis como una fuente.

MARÍA.- Permitid que lo dude, monada.

Yo no me corro con cualquier cosa.

y no tengo...

Elizabeth

Te quitaría la camiseta y te comería las tetas. Te comería la boca. Te quitaría las bragas y te comería...

Elizabeth era una joven de 19 años, baja de estatura, de pelo corto, tetas pequeñas y un buen culo. Aquel día estaba sola en casa, en su habitación, sentada en la cama, en camiseta y bragas, hablaba por su teléfono móvil con Angélica, una chica que le había presentado su amiga Sara una semana atrás. Angélica era una chica pelirroja, de estatura mediana, de ojos azules, pecosa, con grandes tetas y tremendo culo. Angélica, con una voz dulce, sensual, melosa, le preguntaba a Elizabeth:

-... ¿Desde dónde...

Isidoro, marta, carol y aurora

A una pareja de recién casados le enseña a follar una jovencita y la madre de la jovencita se aprovecha.

Corría el año 1979. Isidoro, gallego, natural de una aldea de Orense. vivía ahora en Epsom, una pequeña ciudad en el condado de Surrey, Inglaterra. Llevaba dos meses casado con Marta, que era de su misma aldea. Marta y Isidoro trabajaban en turnos en el Manor Hospital, un hospital de subnormales. Vivían de alquiler en una habitación de la casa de la tía de Marta. Tenían derecho a televisión, baño y cocina. La tía de Marta, Aurora, estaba como un queso, tenía 38 años, era baja de estatura. Gastaba unas tetas...

El sueño de una tarde de verano - 7 - teatro

AURORA.-Ya no sois virgen descarada. Aquí ya entraron gordos bastones. Alguno os debió meter hasta los cojones. Sois una putilla, mas eso no cambia nada. Categoría:

AURORA niega con la cabeza. Se levantan de la cama. AURORA coge una lámpara. MARÍA la otra. AGRIPINA coge el taburete. Van desnudas hasta la puerta. AURORA abre la puerta y no hay nadie. AGRIPINA Y MARÍA vuelven a la cama. AURORA se queda al lado de la puerta. Siente unos pasos que se detienen al otro lado de la puerta. AURORA abre la puerta de sopetón con el brazo levantado y la lámpara en la mano. ALICIA, la nueva sirvienta, está agachada. Miraba por el ojo de la cerradura. Al ver que le va a dar con la l...

Jacinta, la mujer del capador

Mi polla poco a poco se fue poniendo dura. Al tenerla tiesa le follé el culo con fuertes embestidas. Sus tetas no paraban de echar leche.

Hace mucho, mucho tiempo, cuando yo era una bala perdida, vivia en una aldea, en la que también vivía una hembra por la que se vertió más leche en pajas de mozotes de la que da una vaca lechera al día.

Esta hembra tenía 22 años, en aquellos días estaba preñada de unos cutro meses. y tenía un hijo de nueve meses. Era de estatura mediana, y no es que fuera guapa, pero tenía unas tetas y un pandero... ¡Qué tetas y qué pandero!

El capador, su marido,  debiera dejar de follar con ella, o eso parecía...

Las hermanastras - 3 -

A ver, Pedro, a ver. Hace un momento estabas dispuesto a follar a mi madre. ¿Qué diferencia hay entre que yo folle a tu madre a que tú folles a la mía?

Esteban se levantó de la cama, y mirando a Pedro, le preguntó:

-¡¿Me acabas de decir que te follaste a mi madre?!

-A la tuya y a la mía.

-¡Me importa una mierda que te hayas follado a tu madre, degenerado! Lo que me da por culo es que te has follado a la mía, hijo puta.

-Quien te da por culo soy yo.

-¡Encima!

-No, por detrás.

-¡Aquí van a llover hostias!

-A ver, Pedro, a ver. Hace un momento estabas dispuesto a follar a mi madre. ¿Qué diferencia hay en que yo...

El sueño de una tarde de verano - 6 - teatro

AGRIPINA.-Podéis mirar y también saborear, pero debéis tener cuidado, mi batida es como un tornado y con ella os podría ahogar.

MARÍA.-(Sorprendida.)

¿Y acostarnos las dos con ella?

Es una muchacha muy hermosa.

pero yo no soy tan lujuriosa...

aunque Agripina parece una estrella.

AURORA.-Sí, mas una estrella golosa.

Ella es igual que un torbellino,

tan embriagadora como el vino,

y viciosa, muy, muy, muy viciosa.

MARÍA.-¿Viciosa? ¿Qué vicio puede tener

una criatura tan agraciada?

De vuestra sirvienta no espero nada

que me pueda comprometer.

AURORA.-El de jug...