Cosas de casa

Pues eso. Cosas de casa. La hijastra se folla al padrastro y el hijastro a la madrastra

Viernes - 7 de julio de 2017 - 9.40. P. M - En un pazo gallego.

-Necesito tu opinión profesional, Rosendo.

Rosendo, 50 años,1.82 de estatura, moreno, de pelo cano, psicologo de profesión, sentado en un sillón de una lujosa sala de estar, le dijo a su hijastra.

-Pregunta, cariño, pregunta.

-Lo que necesito es hablar. Que me escuches y me des tu opinión.

-Ponte cómoda y cuéntame tu problema.

Elisa, que medía un metro setenta y ocho y era rubia de ojos azules, se echó boca a...

Luisiña

Desde Londres, en el verano de 1969, llegan de visita una aldea gallega Beatriz y Esteban, dos hermanos hippies, y acaban iniciando en el sexo a su prima Luisiña.

Hoy en día hay cosas que si una pareja hacen delante de una chica, la sorprendería, mas no le causaría asombro, pero en 1969, en una aldea gallega de menos de cincuenta habitantes, no es que causara asombro, es que casi le da un soponcio a Luisiña, una joven de 21 años, baja de estatura, morena, de cabello negro y largo, recogido en dos coletas, delgada, de tetas medianas, culo redondito y preciosa de cara.

Los hechos ocurriero así:

La prima y el primo de Luisiña, Beatriz, de 19 años, una muchac...

Lidia, rebeca y una sorpresa

Me quité la bata para vestirme. Al quitar las bragas me vino a la mente aquella polla gorda y larga. Me pregunté como sería de empalmada. Y casi sin darme cuenta estaba echada en la cama haciéndome un dedo.

Rebeca, que también había oído los gemidos de su madre y como pronuciaba el alias de su hermana al llegar al orgasmo, cuando Lidia se acabó de correr, le dijo:

-¿Vamos a su habitación, Flaca?

-También está mi padre, Gordi.

-Nos los follamos a los dos. Tú a mi madre y yo a tu padre.

-¿Se dejarán? Tu madre se acaba de correr

-Pensando en ti.

-¿Y si nos oye el abuelo Miguel ?

-Me lo vuelvo a follar.

-¡¿Te follaste al abuelo,Gordi?!

-Él fue quien me dio mi ú...

Rebeca y lidia - la gorda y la flaca

Lidia, la Flaca, a la que le estaba comiendo el coño Rebeca, estuviera oyendo los gemidos de Nieves. Cuando sintió que decía su apodo al correrse, a su mente vino la cara de su madrastra, y exclamó: -¡¡Bebe tú, golfa!!

Pontevedra. Galicia. España. 10.30 de la noche. Viernes 12 de agosto de 2017. Un calor de carallo...

Rebeca, morena, 1,78 de estatura, de ojos azules, melena larga, con enormes tetas, tremendo culo y guapa a rabiar, apodada la Gorda, y Lidia, rubia, 1.75 de estatura, con media melena, de ojos negros, con tetas pequeñitas, culo redondito y duro, y aún más guapa que su hermana, apodada la Flaca, estaban en pijama de seda sentadas sobre la cama de la habitación de Lidia con las piernas cruzadas mirando u...

Venancia

José Luis magreó y mamó las tetas de su madrastra con ganas atrasadas- En coño de Nuria ya comenzó a gotear y a mojar el ojete, le dijo: -Métemela en el culo, hijo.

Galicia, años 60.

Venancia era una joven tímida, delgadita, de un metro cincuenta de estatura, pequeñas tetas y pequeño culo. Sus ojos negros eran grandes y su cabello castaño le llegaba a la cintura. Parecía tan frágil como una muñequita de porcelana. A los quince años se había casado con Anselmo, un hombre de setenta años, alto, casi calvo y seco. Era un matrimonio de conveniencia, de conveniencia para sus padres y para Anselmo, que por un puñado de tierra se llevara a una virgen, a la que cinco año...

Estefanía pervierte a su tía

... Lo siguiente que sintió fue una lengua lamiendo su culo, y después entrando y saliendo de él. No tardo la cabeza de la verga de Blas en acariciar el ojete del culo de Matilda. Hizo círculos sobre él. El ojete comenzó a abrirse y cerrarse pidiendo verga, Blas se la dio.

Estefanía estaba en pijama en la sala de su casa sentada al lado de su tío, con la cabeza apoyada en su hombro. Serafín, dormía. Fue cambiando de canal y en uno se encontró con una película de Emmanuel, era Emmanuel 2. La Antivirgen. Ya estaba terminando. Vio como una jovencita besaba al marido de Emmmanuel y después la besaba a ella... Metió una mano debajo del pijama y dentro de las bragas. Comenzó a masturbarse viendo aquella escena erotica... La película acabó. No le dio tiempo a correrse. Tenía los pez...

Estefanía

Matilda sintió como una pequeña catarata de jugo salía del coño de su sobrina y resbalaba por su lengua. Con Estefanía corriéndose en su boca, el consolador en el coño y su marido corriéndose dentro de su culo...

Estefanía, una joven rubia de 19 años, alta, de ojos azules y con un cuerpo de escándalo, a las ocho de la mañana, iba haciendo footing por su urbanización con un chandal rojo con rayas blancas, apretado al cuerpo, acompañada de su tía Matilda, una mujer morena de 38 años, de ojos negros, cuerpo estilizado y que vestía un chandal verde. La tía, cuando iba a su lado no paraba de mirar el movimiento de las tetas de Estefanía subiendo y bajando, y cuando iba detrás de ella le miraba para el culo, un culo grand...

La confesión

Aquel coño peludo era grande como un pozo de aros. Mi hermana debió follar lo que no estaba en los escritos

La Iglesia era nueva. Sin ostentaciones. Tenía un modesto altar, detrás del altar, en la pared, colgaba un gran Cristo. Tenía las imágenes de san Roque, en un hueco de la pared, a la izquierda, así como se entraba, y a Santa Marta y a Santa Eulalia, la patrona del pueblo, en dos huecos a la derecha. Una alfombra roja cubría el pasillo hasta llegar a los tres escalones de mármol que llevaban al altar. Tenía dos docenas de bancos, el confesionario, a la derecha del altar, la sacristía, y poco más.

El cu...

Leila

Leila, al correrse, soltó un chorro de flujo que le puso perdido el cuello a Justino, los otros ya puso la cara para que lo bañasen.

Tarde de verano de agosto de 1972.

Justino, era un joven moreno, espigado y de complexión fuerte, estaba sentado en una especie de banco de piedra que había al lado de su casa leyendo La Canción del Pirata de José de Espronceda. La gitanilla llegó con una cestilla debajo del brazo en la que traía encajes. Era alta, delgada, vestía un vestido largo, verde, con flores azules y rojas. Calzaba sandalias. Su cabello rizado, negro azabache, le llegaba a la cintura. Sus ojos eran negros y muy grandes, su boc...

De virgen a putón verbenero

Roberto se acercó a mí. Mamó la teta que estaba mamando mi hermana. Con leche en la boca besó a Berta. Mi hermana, al sentir la lengua de mi marido en la boca...

De ser virgen a los 21 años, pasé a ser un putón verbenero, y eso no tendría nada de malo si no estuviera casada. Le empecé a meter los cuernos a Roberto con mi vecina Laura. A la muy puta, la follé con mi lengua y con mis dedos encima de la cocina de piedra, cocina que aún estaba calentita y con ceniza. Le quedara negra la espalda y el culo. La mujer, que tenía 36 años, llevaba 20 años casada y nunca se había corrido.

Recuerdo las palabras que me dijo mientras mi lengua lamía su clítoris y mis dedos...