Juliana
Le desataron las manos y los pies, y la chinita, a golpe de fusta en las nalgas, le ordenó:-¡Arrodíllate en la cama y pon las manos en la nuca!
Juliana, una jovencita delgada, morena, de cabello negro, de estatura mediana, con labios sensuales, tetas pequeñas con areolas rosadas y pequeños pezones, con un culo de película, y guapa a rabiar, desnuda sobre la cama se hacia un dedo. Pensaba en su padrastro, un cuarentón moreno, de pelo cano, alto, fuerte y con una sonrisa seductora, al que minutos antes había espiado mientras follaba con su madre, cosa que pudo hacer porque habían dejado la puerta de la habitación entreabierta.
Al rato, mordiend...