El sueño

Amor filiar, lésbico, hetero, fantasias... Algo diferente.

Sofía era una joven napolitana de 17 años, de casi un metro ochenta de estatura, rubia, de ojos azules, muy hermosa, y que tenía medidas de modelo, 80, 60, 80.

Sofía tenía varias veces al mes el mismo sueño. Se veía en la vieja Roma saliendo de un gran baño que había en una habitación. Una joven, albina, con un cuerpo de escándalo, la secaba con una toalla... y de ahí en adelante no recordaba nada más. El caso era que cada vez que tenía ese sueño, por las mañanas despertaba con el coño y la cama empap...

La cama de helechos y hojas de roble

De su coño salió un jugo calentito que me anegó los huevos. Entre mis dedos caía la leche que salía de sus tetas, y de mi polla, de mi polla, volvió a salir otra corrida que le llenó el culo de leche.

Era verano, yo estaba en el monte, en pantalón de deporte y a pecho descubierto cortando con un hacha un pino seco para hacer leña. Cerca de mí, atada a un pino verde, tenía a mi burra con los serones puestos, en donde iba a cargar la leña para llevar a casa. LLegó a mi lado Luisa con su rebaño de ovejas.

Luisa era una mujer casada, de 36 años, morena, ni gorda ni flaca, ni alta mi baja, ni guapa ni fea.Tenía el cabello negro y largo. Sus tetas eran enormes y su culo grande. Tenía una hija de mi edad,...

Chus y cholo

... diablesa que después de correrse quitó la polla del chochito y jugó con ella en la entrada del ojete. Hacía círculos cobre él. Yo empujaba tratando de meterla. En una de las veces que se quedó quieta con la polla en la entrada le metí la mitad del glande.

Recuerdo que era un sábado lluvioso del mes de diciembre de 1971, y sé que era el 1971 porque yo tenía 16 años. Estaba tomando un kas de naranja, de pie, delante del mostrador de la tienda del Barrigas, cuando llegó mi amigo Cholo. Al ponerse a mi lado vi que tenía unas ojeras que le llegaban a los pies. Le pregunté:

-¿Pasaste una mala noche?

-Con la lluvia machacando los cristales, los truenos, los rayos, los perros aullando y el mochuelo ululando en el saliente de la ventana no pegué ojo. -hab...

Gigoló y pintor

Doña Fátima se corrió haciendo un arco... El jugo que salía de su coño bajaba por su ojete. Al acabar de correrse no me lo tuve que pensar dos veces, saqué la verga del coño y se la metí en el culo...

-¿Cuánto tiempo te podría llevar pintar la casa?

Mirando para unas grietas que había en una pared, le respondí:

-Quince o veinte días.

-¿ A cuánto?

-A quinientas pesetas diarias.

-Me parece bien.

-¿Ya compraron la pintura, los tintes, la escayola y la lija?

-Sí, cincuenta kilos de pintura, cinco de escayola, tintes y diez papeles de lija. ¿Llegarán?

-Para empezar. Ya les diré cuanto más tienen que comprar.

Las azules pupilas de la mujer se clavaron en el...

Roxana

Allí estaba mi prima, 36 años, rubia, de ojos castaños, estatura mediana. Vestía una minifalda negra, una camiseta blanca en la que se veía el canalillo de sus enormes tetas, una cazadora negra y un gorrito, y calzaba unas botas negras con tacón de aguja de esas que suben de las rodillas.

Dedicado a Juan M.

Cuando yo era un niño, mi tia Francisca se fue para Argentina. Se casara por poderes con un hombre de una aldea vecina que había emigrado. Recuerdo la despedida en el puerto de Vigo antes de entrar en aquel inmenso barco. Mis abuelos sabían que no la iban a volver a ver. Fue algo muy triste.

Mi tía tardó en tener hijos pero al final tuvo la parejita. Fidel y Rosana.

Roxana, hace un tiempo vino a conocer a su famlia materna y paterna.

Estábamos dando cuenta de un ch...

Lorena y gerardo, más que hermana y hermano

Al ratito se corrió pensando que el dedo que tenía metido en el culo era la picha de su marido y los dos que tenía metidos en la panocha eran la picha de su hermano.

Gerardo había salido del curso de FP y recogiera a su hermana Lorena en la puerta del colegio de las Franciscanas. De camino a casa el cielo se encapotó y comenzó a llover. Se abrigaron debajo de un árbol. Les caían goterones encima. Lorena llevaba un traje gris puesto y al mojarse su blusa blanca y no llevar sostén, los pezones y las aureolas de sus generosas tetas se marcaban en la tela de seda, más que marcarse se veían como si no llevase nada puesto. Lorena, mirando para la entrepierna de su hermano, le...

Estrella

Metí todo el chochito en la boca y mi lengua en su vagina. Al comenzar a correrse (se le abría y se le cerraba el ojete) mi dedo pulgar se fue enterrando en su culo...

Otro relato que cuento en primera persona sin ser el protagonista.

Agosto de 2018. Once de la noche. En una ciudad de Galicia.

-...Aquí me siento como si fuese una estrella.

Quien me hablaba en la sala de estar, y sentada a mi lado en un sofá de cuatro plazas, era mi sobrina nieta Estrella, que había venido a pasar unos días en mi casa junto a la playa.

-Es que lo eres.

-Sí, pero sólo de nombre.

Estrella, estaba descalza y tenía un pinta uñas en sus manos. Tenía puesto un...

Úrsula

Quise aguantar pero no pude. Me corrí dentro de su culo. Al acabar de correrme, como no despertaba, me levanté, le saque la verga del culo, la llevé a su habitación y la acosté en la cama.

Los mirlos, en tiempo de cerezas, si los dejas, no dejan una. Yo, con mi escopeta de balines, pájaros pequeños no mataba, pero mirlos, urracas, palomas torcazas y otras aves que hacían un buen asado, daba buena cuenta de ellas.

Una tarde estaba bien agachado entre unos arbustos que había cerca del cerezo que tenía mi tía Asunción en una huerta amurallada, (había saltado el muro) esperando a que llegasen mis presas, y iba a llegar quien menos esperaba, Úrsula.

Úrsula tenía 22 años. Llevaba año y...

Desvirgando a la hermana del cura

-Sí y no. La cabeza me dice que no debo pecar y el cuerpo me pide el pecado. Estoy temblando y no sé que hacer...

Lola, la hermana del cura, hacía un mes que llegara al pueblo, tenía 44 años y era una puritana, de las de rosario, de misa diaria y de esas que creían que había que seguir las leyes de Dios para no morir en pecado.

Era morena, delgada, de estatura mediana, ojos marrones, su cabello era negro y largo. Tenía buenas tetas y un buen trasero. Era una mujer que no dejaba indiferente a nadie.

Una tarde iba Lola por el camino cuando le pasó entre las piernas un pequeño perro que corría persiguiendo a u...

Chiquita

Leandro, le folló el culo suavemente. Ariana, quería caña. -¡Dame, dame fuerte, papá! Leandro, la clavó sin piedad. ¡Chas chas chas chas chas chas chas...!

Ariana medía casi un metro ochenta, era preciosa, rubia, con larga melena, de ojos verdes, labios gruesos, y tenía medidas de modelo de talla mediana. Tenía dieciseis años y su padre, Leandro, la tenía sobreprotegida. Sus paseos, en BMW, con chofer, eran para ir al colegio de monjas en lunes y volver a su pazo en sábado.

Eran las once de la noche de un sábado del mes de agosto. Había una ola de calor. El aire acondicionado estaba a tope en el pazo. Leandro, que tenía 43 años, estaba en el salón en pan...