De recatados a swingers en solo una semana - 01

La bienvenida. Se dice que solo se tiene una oportunidad para dar la primera impresión y a pesar de lo extraño que es todo, esta no pudo ser mejor. Es una historia de intercambio, pero en el fondo hay una historia si no de amor, si de complicidad, de sensualidad y de sexo, perfectamente combinados.

Cada día nos cruzábamos algún correo, incluso a veces más. Nos conocimos por casualidad comentando un relato de no recuerdo quién. Lo cierto es que empezamos a escribirnos siempre a través del mail.

Me gustaba la correspondencia que manteníamos, ese tono humorístico, coincidiendo en el sentido del humor por ser coetáneos y haber vivido las mismas cosas. La afinidad era manifiesta y las dobles intenciones siempre estaban a flor de piel, al fin y al cabo nos habíamos conocido en un foro de literatura er...

Desmadre sexual en un verano ya lejano - 1

Un viaje de estudios para acompañar a los alumnos del instituto en el que me veo envuelta en situaciones algo comprometidas

Viaje de Estudios 1

Durante este año me encontraba dando clases como suplente en el instituto donde estudiaba mi hijo. Siempre me ha gustado la enseñanza, pero el cuidado de mi familia no me dejaba tiempo para trabajar. Esta suplencia, de dos horas diarias, me permitía ocupar un poco de mi tiempo y matar el gusanillo del trabajo fuera de casa, sin que tuviera necesidad de pasar todo el día fuera.

Por enfermedad o baja de uno de los profesores me ofrecieron acompañar a  los alumnos en su viaje de...

Desde la terraza – 10

La pareja vecina trae a su casa a un invitado especialmente dotado para follar con los dos, yo lo veo desde mi lado del jardín y lo que veo y oigo me llega a asustar.

Hubo algunos episodios esporádicos mas como aquel, a él le gustaba mirar y a ella follar, pero a mi me parecía todo como muy forzado y además todo era en mi casa, mi soledad para trabajar y el sosiego en mi terraza se había acabado. Yo no soy una persona que le gusta el sexo a todas horas, en eso soy mas bien tranquilo y aunque no le haga ascos a una buena follada, no estoy pensando en ello todo el día, por lo que decidí que debía alejarme un poco de aquella familia que había invadido mi intimidad.

Pr...

Desde la terraza – 9

El marido quiere participar de voyeur para ver a su mujer follando con otro, y a mí no me importa ser el voluntario que se sacrifique para hacerlo.

Los perdí de vista durante los dos meses de verano, no coincidimos ni un solo día de vacaciones. Fue un descanso, aunque les echaba de menos a ambos y añoraba su presencia, su compañía. Yo tampoco estaba allí permanentemente y cuando el trabajo empezó y todo volvió a la normalidad, me extrañó no ver a ninguno, aunque se notaba movimiento por la casa.

Aproveché al máximo ese periodo de tranquilidad y soledad para adelantar con mis cosas y el buen tiempo me sacaba muy pronto de la cama para sentarme o t...

Desde la terraza – 8

Podíamos decir que aquello era un trío, o casi mejor un cuarteto, pero metimos a otro más en el asunto de follar a la madre.

Según me dijo una tarde mi joven vecino, le encantó hacerlo con su madre, pero ella solo aceptaba jugar allí, en mi casa. En la suya se comportaba como siempre y nunca daba muestras de un cariño mayor o diferente del habitual. Yo le aconsejé que lo aceptase así, o si no lo perdería todo, que accediese a vivir esta doble vida de ella con la misma naturalidad que ella demostraba y de esta manera podría continuar con sus encuentros amatorios. Cualquier intento en su hogar acabaría por poner un final inmediato...

Desde la terraza – 7

Mi vecino se folla a su madre, ahora sabiendo quien era

El caso es que me moría de ganas de decirle quien era él, pero antes había que tantear el terreno para no organizar un drama ni traumas posteriores a mi confesión. Y aquella era una buena ocasión, cuando ya casi habíamos dejado un poco el sexo para continuar nuestra relación en un sentido mas de amistad, casi de buenos vecinos. Compartíamos muchos ratos juntos, muchas tardes de mutua soledad se convertían en charlas agradables en aquel rincón tranquilo que era mi terraza.

  • que pasaría si yo te digo q...

Desde la terraza – 6

Facilito otro encuentro sexual entre la madre y el hijo, esta vez en su cama de matrimonio, y por poco no se descubre todo el pastel.

Pasa vecina, la grité cuando la vi asomada mirando hacia mi terraza. Y allí estábamos los dos, frente a un par de vasos burbujeantes hablando al fin de lo que ella tenía ahí dentro, dando vueltas desde aquel día. Se podría repetir? Podía yo decirle quien era el chico, guardando ella el secreto, por supuesto? Qué le había parecido? No pensó que era demasiado vieja para él? Y yo que opinaba de todo ello?

Pufff, demasiadas preguntas y muy difícil de contestar. Repetirlo? Si, pudiera ser, aunque cada vez...

Desde la terraza – 5

Provoco un encuentro entre la madre y el hijo para tener sexo sin que ninguno supiera quién era el otro, y lo hacen con todas las ganas en mi cama mientras yo miro todo.

Era una mujer encantadora y cuando la veía asomar desde mi terraza por encima de la valla me alegraba el día. En realidad no era una mujer necesitada o abandonada por su marido, pero estaba claro que le gustaba el sexo y que le picaba más la curiosidad por probar aunque fuera peligroso. Claro que yo no era ningún peligro para ella, era discreto, me conocía aunque fuera de vista desde hace mucho tiempo, y además estaba cerca y siempre dispuesto.

Como era prácticamente imposible que ella y su hijo coinc...

Desde la terraza – 4

La madre de mi joven amigo se me insinúa y se baña desnuda en mi piscina, y yo no me puedo resistir a una bella mujer

Aquel día estaba absorto en mi sitio de siempre, buscando una idea para escribir rápidamente en el ordenador y poder luego desarrollarla con tranquilidad. Era ese momento en que sabes que hay algo pero no puedes definirlo y te concentras hasta que sale lo que tienes in mente. Escuché las voces pero no hice caso, tenia que seguir escribiendo mientras las ideas fluía. Cuando acabé, miré hacia la valla de separación de los dos jardines.

No era mi joven amigo, sino su madre, una mujer joven aun, rubia con...

Desde la terraza – 3

Mi vecino se trae a un amigo para que aprenda a follar también, y me toca hacer de blanco de nuevo

Dormimos esa última noche en mi cama de nuevo, y esta vez fui yo el que se arrimó a él, y me pegué a su espalda, apretando con mi polla en su culo, y metiendo mi mano bajo su cuerpo para alcanzar su vientre. Estuvimos jugando un buen rato, haciendo casi de todo, pero cuando se ofreció para que se la metiese yo a él, me pareció que solo quería corresponder y le hice ver que yo no podía verle como una mujer, que dudaba se me pusiese gorda como para hacérselo.

Me volvió a follar como esa mañana, pagado a...