Sublime

Un encuentro casual propicia el que dos desconocidos comiencen una de las más bonitas y sensuales historias de amor.

CAPÍTULO 1

El hombre zigzagueó entre las mesas del restaurante siguiendo los pasos del metre. Simuló desprenderse de un hilo sobre su traje. Sus pasos eran firmes pero algo inseguros y se la advertía una falta de costumbre al usar esos zapatos prietos de puntera. El traje negro, casi un frac, caía sobre su pecho y se ceñía a su cintura como si estuviese hecho a medida y en realidad así era. Se sabía en ese momento la persona más importante del restaurante porque en él convergían todas las miradas ma...

Pasión de amor entre madre e hijo.

¿Qué me llevó aquella tarde a dilatar el tiempo que mi marido tomaba para hacerme el amor? Sé que fue debido a que nuestro hijo nos miraba fascinado, irreverente, pillo. Nuestro hijo se estaba masturbando mientras contemplaba a sus padres haciendo el amor.

La verdad es que cuando alguien te está comiendo el sexo, tumbada en la cama, tapándote la cara con una almohada para ahogar tus gemidos, retorciéndote como una culebra al son de los latigazos que tu propio cuerpo te propina al sentir cada lametazo en tu sexo… cuando alguien te lleva hasta la locura del orgasmo más salvaje y placentero que has tenido en la vida, poco te importa que quien te esté comiendo el coño sea tu propio hijo.

Sangre de mi sangre. Mi niño del alma. Aquella personita que llevé en...

En la oscuridad

Nuevo relato de terror. En esta entrega no hay terror como tal sino angustia, desazón, insidia. Como siempre digo, absténgase mentes frágiles.

Tengo verdadero pavor a la oscuridad. También tengo fobia a los cuchillos, pero solo a los romos porque cuando están cubiertos de mermelada de frutas del bosque parece que te estés untando la tostada con coágulos de sangre viscosa, mezclada con jirones de músculo. También evito los terrones de azúcar, flotando sobre el café, absorbiendo toda la negrura del mejunje, para luego desaparecer dentro de la taza, regurgitando una burbuja de aire; luego remueves la cucharilla y notas el poso al fondo, como arenisca...

Oxígeno

Un nuevo relato de terror. Como la vez anterior, alejaos los débiles de carácter y aquellos con afecciones cardíacas.

Existe cierta confusión entre Alberto y yo sobre una inquisitiva cuestión lanzada por él mientras estábamos sentados la noche de ese sábado en un banco del parque. Me pongo a pensar y se me escapa la risa cada vez que pienso en lo bien que nos reímos aquella noche pero todavía no entiendo por qué solo recuerdo su absurda pregunta y no de qué nos reíamos tanto en aquel banco que ya no sé ni en qué parque se encuentra. Me duele la cara y me froto encima del vendaje que me la cubre. Cada vez que hago eso, un o...

El brazo que te falta.

Relato de terror. Abstenerse mentes frágiles o de temperamento sosegado.

—No sé ni para qué voy —me dije mientras caminaba hacia la casa de mi tía Dorothy.

La noche estaba bien cerrada y el ambiente húmedo presagiaba lluvia. El frío y el viento me obligaban a levantar las solapas de mi abrigo para cubrirme parte de la cara. No entendía por qué había salido de casa a estas horas, con este tiempo; mucho menos porqué iba a casa de mi tía Dorothy.

Detestaba a mi tía Dorothy. Nos había negado a mi madre y a mí un lugar donde descansar una noche como esta, años atrás, una...

La chapa que nos separa

Una chapa que separa dos géneros, dos habitáculos cerrados; una chapa que impide ver, pero no oír u oler.

Fue casualidad, o seo pienso yo.

Ahora me da lo mismo; solo me he acordado de esa chapa porque esta otra, la que separa mi coño de otro, me ha hecho recordar esa antigua noche por asociación.

Entré a mear porque no me aguantaba más. Reía con mis amigas y nuestras carcajadas eran ostentóreas, hilarantes, contagiosas. El alcohol tiene eso. Era una tasca que ya no existe, en un rincón oscuro, cuatro amigas y yo y pocos clientes más. Solo queríamos alcohol, un poco de música y un lugar donde sentarn...

Lucía es un poco puta.

Antes del divorcio yo era el cornudo y él, el amante. Ahora es al revés.

Lucía es especial. Dentro de poco va a dejar de ser mi mujer (nos vamos a divorciar), y ahora mismo la estoy ayudando a abrocharse el vestido de luto a la espalda. Ella, mientras, se arregla delante del espejo el peinado desbaratado por el polvo que acabamos de disfrutar.

Siempre estuvo conmigo a mi lado, por supuesto estuvo conmigo después del accidente. Su familia siempre estuvo muy unida con la mía; mi hermanita y ella eran uña y carne y su pérdida le dolió tanto como a mí. Lucía también me ha ayud...

Grabación sonora de un polvo

Hace algún tiempo, un extraño archivo de audio llegó a mis manos. Su procedencia fue un tanto extraña, ya que me fue facilitado por un personaje un tanto singular. El archivo de audio estaba dentro de un pequeño aparato desvencijado parecido a una grabadora digital...

*Hace algún tiempo, un extraño archivo de audio llegó a mis manos. Su procedencia fue un tanto extraña, ya que (por circunstancias que no vienen al caso) me fue facilitado por un personaje un tanto singular (cuya singularidad tampoco viene al caso). El archivo de audio estaba dentro de un pequeño aparato desvencijado parecido a una grabadora digital. Era de pequeño tamaño, como una memoria USB estándar, quizás un poco más grande. Presentaba muchos golpes y poseía una pequeña pantalla inservible y sucia. En...

Gimnasium

Las mujeres somos grandes luchadoras. Somos tenaces. Y somos pasionales. El gimnasio nos ofrece la oportunidad de probarnos a nosotras mismas, a nuestros cuerpos y a nuestros anhelos.

Gimnasium

Duele un huevo, para qué vamos a engañarnos. Subir y bajar. Parece fácil, sólo subir y bajar. Sencillísimo, vamos. Pero cuando vas a por la segunda repetición, la cosa cambia. Ay, chica, ahí las cosas cambian de repente. La mancuerna te parece que pesa el doble. El bíceps parece resquebrajarse y comienzas a sudar de una manera exagerada.  Una y otra vez, subir y bajar, subir y bajar. Notas como todo tu cuerpo aumenta de temperatura, sentada como estás en el banco, una mano apoyada en la rodi...

Sueños infundidos

Aunque lo he encuadrado en esta categoría, este -largo- relato contiene escenas de sexo de todo tipo: fantasías, amor filial, autosatisfacción, erotismo, control mental...

——SUEÑOS INFUNDIDOS——

—ELLA—

Aún lo recuerdo.

Acababa de levantarme y me miré al espejo del baño, camino del inodoro para mear. No me resultó extraño en absoluto que la cara que se reflejaba en la superficie fuese la de un hombre. Es más, una especie de alivio me recorrió al descubrir que la cara seguía siendo la misma. Quizá el pelo revuelto y una marca de la almohada en la mejilla derecha afeaban el conjunto. Unas legañas adjuntas a unos párpados medio abiertos indicaban un sueño efectiv...