Rojo intenso
Aquel coche se cruzó en la carretera de improviso y casi no lo contamos. Vivos de milagro, sin embargo, el torbellino de sucesos que ocurrió después nos puso a prueba a Marian y a mí.
ROJO INTENSO
¿Acaso la fortaleza de un hombre se refleja en su feliz discurrir?
Repudiémosle cuándo, vencido en su interior, llama a dioses vacuos. [...]
No osemos, pues, juzgar a un hombre más que en los extremos,
aquellos en los que se demuestra el coraje que dice poseer.
Sólo entonces podemos calibrar que tipo de hombre es.
—Friedrich Nietzsche—
Ocurrió todo tan rápido que aún me sentía las vísceras buscando su sitio. El chirriar de neumáticos permanecía...