Imprevistos en la playa

¿De verdad creía que ir a tomar el sol y relajarse, sola y medio desnuda en una playa atestada, saldría bien? No. Siempre hay imprevistos.

IMPREVISTOS EN LA PLAYA

Ese sábado llegué a la playa a primera hora de la mañana, cuando solo unas pocas pioneras como yo habían clavado sus sombrillas en la arena y tendido sus toallas y hamacas, delimitando el territorio conquistado. Eran gente mayor, sobre todo, algunas con sus maridos, otras en grupos. Parecía que era la única jovencita de la playa.

En realidad tampoco era tan jovencita. De hecho, tenía ya dos niños. Pero digamos que luzco mis treinta y muchos con bastante salero. Salv...

Porque la chupo muy bien

¿Quieres saber cómo te agradecería un favor muy, muy grande?

PORQUE LA CHUPO MUY BIEN

—“Porque la chupo muy bien”.

Mis compañeros de celda me miraron fijamente, con una expresión escéptica en la cara, como si les hubiesen gastado una mala broma.

—¿Solo eso? ¿”Porque la chupo muy bien”? Joder. Vaya mierda.

Algunos apretaron los puños y las mandíbulas, dispuestos a dejarme probar el sabor de mi sangre a través de varias encías desnudas. Tuve la corazonada (bueno, más que intuición, era un hecho indiscutible) de que debía explicarme o,...

El destino se equivoca

¿Por qué el destino se empeñó en presentarme a la mujer que me sorberá los sesos justo en mi boda? Tampoco ayudó el que fuese mi recién encontrada hermana Carlota.

Conservo vagos recuerdos de mi hermana Carlota.

Quizá, si la memoria no me falla, lo cual sería comprensible tras los casi 15 años de distancia, el recuerdo más intenso es su risa. Una risa alegre, jovial. Carcajadas de felicidad inmensa. Ninguna imagen. Solo la música de su risa.

Ahora, mientras espero en el altar, me giro hacia atrás y la veo cerca, en la primera fila de bancos, con una sonrisa grande, espléndida. No me parece mi hermana. ¿Qué me une a ella? Mis padres, claro. Pero es un e...

Fatal descuido

¿Se dio cuenta alguien de ese instante en el que se le escurrieron las tetas del bikini al intentar salir de la piscina? Mierda, sí. El marrano del vecino.

FATAL DESCUIDO

Sucedió de repente. Un instante antes o uno después y su vida habría continuado igual. ¿Lo que dura un parpadeo? No, quizá más. Un segundo. Sí, solo eso.

Su vida entera cambió en un escaso segundo.

Agustín levantó la mirada y captó ese segundo mágico en el que la parte superior del bikini de la vecina no consiguió sujetar el bamboleo del contenido y los grandes pechos se desparramaron por la parte inferior.

**Vanesa corrigió el descuido tan pronto lo advirtió...

Algo de color en una vida gris

Raquel se mecía con movimientos lentos y calculados, restregando su sexo sobre el miembro erecto. Varios mechones rizados de la melena caían sobre su frente mientras otros continuaban adheridos a las sienes por el sudor...

ALGO DE COLOR EN UNA VIDA GRIS

—Pues no me puedo quejar —sonrió Mario. Y luego, tras cortar un trozo del bacalao en sala verde, añadió: —. En realidad, estoy bastante contento. En la empresa valoran mi trabajo y eso luego se ve en la nómina pero, sobre todo, se nota en el día a día. Creo que seré uno de los pocos que diga que le encanta ir a trabajar. Y tú, Raquel, ¿qué tal en el tuyo?

La mujer se limpió con la servilleta.

—Me gustaba y me gusta viajar, ya lo sabes; conocer nuevos lugar...

La terapia

Mercedes acude a la última sesión del tratamiento. Necesita obtener resultados o parte de su matrimonio no tendrá sentido. El doctor y su novedosa terapia son su última oportunidad.

LA TERAPIA

La mujer levantó la mirada de la holo–revista, de la cual si la hubiesen preguntado en ese momento de qué trataba no podría haber respondido, y acompañó a la enfermera a la sala. Ojalá tuviese su saxo a mano para tocar alguna melodía. Era la única forma de relajación que conocía.

–Hola, Mercedes.

Mercedes estrechó la mano del hombre que se levantó tras la mesa para saludarla. Era grande, casi dos metros. Fornido, de piel tostada, mulato quizá, de unos cuarenta o cincuent...

Te deseo, Carmela

Te preguntas por qué solo ves el rostro de Carmela en el de Sofía cuando folláis. Te preguntas si las tetas de Carmela tendrán el mismo tacto que las de tu mujer, si sus pezones... RELATO NEGRO (Aviso: las imágenes tardarán algo en cargar)

(Pulsar sobre las imágenes para agrandarlas)





















-¿Diga?

-…

-¿Diga? ¿Oiga, hay alguien ahí?

-Hola, Sofía.

-…

-Se te ha comido la lengua el gato, cariño.

-Javier.

-Sí, así me llamo todavía.

-¿Qué coño quieres? ¿Cómo has conseguido este número?

-Vamos, vamos, ¿aún te sorprende? ...

La fiesta

No sé en qué momento decidí que era mejor ser una zorra que una mujer decente.

No sé en qué momento decidí que era mejor ser una zorra que una mujer decente.

La fiesta estaba organizada por el nuevo director de la oficina, un chaval de medio pelo con mucha labia pero sin sangre. Habíamos acudido casi todos por el mero hecho de pasar una noche alegre, cenar gratis y poco más. Algunos habían traído a sus familias y los críos correteaban de un lado a otro entre carreras y gritos. La noche era agradable y un servicio de catering se ocupaba de no dejar nuestras copas vacías ni nues...

Mi vecino marrano del segundo

Supongo que todas tenemos la cruz de vivir con un vecino marrano y obsesionado con el sexo. Pero, en mi caso, mi vecino me extorsiona. (Aviso: las imágenes harán la carga un poco lenta)

MI VECINO MARRANO DEL SEGUNDO

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

$$$.A mi bella vecina del tercero,

$$$.Supongo que te preguntarás porqué estás leyendo mi respuesta en tu ordenador y no en una hoja de papel sacada de tu buzón. Luego te lo explico.

$$$.Lo primero es lo primero. Lamenté haber leído tu respuesta cargada de odio y amenazas de violencia. Es obvio que no has sabido entender cuánto respeto y admiración siento por ti. Nunca utilizo el ascensor porque no sabría qué decirt...

Mi marido me engaña.

No estaba preparada para esto. Mi marido me ha estado engañando. Pero lo más increíble es saber con quién.

MI MARIDO ME ENGAÑA



No tenía mala pinta, no, pensé al verme el pubis depilado en el espejito. Me había recortado el pelo simulando una llama sinuosa y ahora admiraba mi trabajo sentada en la tapa del retrete. Sonreí imaginando qué diría Roberto cuando viese esta sorpresita, se quedaría encantado, seguro.

Joder, es que me había quedado de puta madre. ¡Pero qué artista estás hecha, Lucía! Pero no tuve tiempo de ensimismarme más en los pelos de mi coño, porque la alarm...