Descubierto por el zapatero de mi calle, 2ª parte

Joder con mi vecino el zapatero, pensaba yo, el muy cabrón también es maricón, y el muy hijo de puta me está chantajeando para que me deje follar. Muerto de vergüenza, nervioso y enrojecido como un tomate por haber sido descubierto, me encogí de hombros diciéndole bueno, mientras terminaba de

Mientras mi vecino el zapatero esperaba a mi lado, después de haberme descubierto siendo follado a la vez por el viejo y el maduro, allí debajo del viaducto estando totalmente en pelotas, con una polla dándome por el culo y otra follándome la boca, yo muerto de vergüenza, con la cara enrojecida, y un empalme de campeonato, al no haberme podido correr cuando me habían follado el viejo y el maduro, a la vez que me iba vistiendo, miraba de reojo a mi vecino el zapatero. Veía como no me quitaba la vista de enci...

Descubierto por el zapatero de mi calle, mientras

Para, para, le pedía gimoteando. Ya maricón, ya la tienes dentro, calla y no chilles tanto, es lo que querías, ¿no? Espera, espera un poco, le pedía al maduro que me tenía ensartado en su polla. Ve despacio que me duele, la tienes muy gorda, le decía gimoteando y abriéndome de piernas t

Cuando uno es jovencito, lo que más le aterra, es ser descubierto por algún vecino, familiar o conocido, que descubra tu gran secreto, que te gustan los hombres y disfrutas dándoles el culo y ser follado, al menos ese era mi mayor terror. Y claro que en alguna ocasión eso ocurre, y seguirá ocurriendo.

Ya me habían descubierto alguna que otra persona hacía tiempo, pero siempre habían sido jovencitos de mi edad, que, al descubrirnos mutuamente, y saber de nuestros gustos, pues la cosa quedó en anécdota....

Acudiendo al edificio donde me esperaba el portero

Dios, el cabrón ya estaba caliente a más no poder. Le notaba el bulto de su entrepierna duro e hinchado, restregándose por mi culo, mientras me lamía y mordisqueaba el cuello, a la vez que con sus manos me empezaba a desabotonar la camisa que llevaba.

Como había quedado, al día siguiente de haber dejado los libros de cocina gallega-asturiana al portero del edificio de la calle Alfonso Molina, para que pudiera ofrecérselos a los inquilinos para su posible compra, a las 7 menos 10 de la tarde, ya estaba entrando por el portal del edificio, donde me esperaba Pepe, el conserje de dicho edificio.

¡Hola! Me saludó nada más verme entrar. Vienes un poco temprano, me dijo nada más verme. ¿no podrías venir un poco más tarde? Es que me falta un vecino que lle...

Sodomizado de nuevo por el portero del edificio

Le respondí al saludo a la vez que me empezaba a poner rojo como un tomate. ¡Dios! Tenía una sonrisa y mirada de lujuria, que me hizo estremecer a la vez que mi polla empezaba a ponerse dura. Sabía que me había reconocido, aquellos ojos que me miraban sin pestañear me estaban desvistiendo con

Hacía unas semanas que ayudaba a vender libros de cocina a un amigo, me daba una pequeña comisión por cada libro que le vendía. Además de esa manera andaba entretenido, ya que no tenía trabajo, y si vendía algún libro, pues era una pequeña ayuda para los pequeños vicios que tenía.

La venta por supuesto se realizaba puerta por puerta, por lo que había que entrar a los edificios, e ir piso por piso, ofreciendo el libro, que era de cocina gallega-asturiana.

La primera semana, había ido con él, de e...

Insistió e insistió, hasta conseguir hacerme suyo

Al tocar aquel bulto, quedé sorprendido y asustado de la verga que tenía sobre mis manos. Dios, tenía la verga tan pero que tan gruesa, que me dio miedo. Aquella verga si conseguía entrar en mi culo, me iba dejar reventado, era como si te meten el puño en el culo.

Se llamaba Felipe, según me habían contado, era abogado y trabajaba o había trabajado en un organismo público de la ciudad (La Coruña). Si yo por aquel entonces tenía unos 23 años, el me doblaba claramente la edad, yo incluso diría que la superaba con creces, vamos que andaría rondando los 60 años.

Nos conocimos, bueno más bien supo de mí, en el bar Ibérico. Dicho bar quedaba en la calle de la Galera, esquina a Torreiro, o como yo le solía llamar, callejón del cine Paris. O sea, justo enfrente al míti...

Primero me desvirgó, luego fui su putita

Este relato es la historia que vivió Miguel García, un lector de todorelatos, el cual me escribió pidiendo si podía escribir sus recuerdos de cuando fue desvirgado, a sus recién cumplidos 20 añitos. Fue en Alicante donde estaba realizando el servicio militar, y fue su capitán quien lo desvirgó.

Me encontraba realizando el servicio militar en Alicante, de aquellas contaba con 20 años, era bastante tímido. Cuando llegué al destino, me incorporé a una compañía de mantenimiento, en la cual estaba al mando un capitán. Allí me asignaron al servicio del capitán como chofer y almacén de ropa.

Al principio siempre uno está nervioso, pero según van pasando los días, te acostumbras y ves que la cosa es bien sencilla y fácil de llevar. El capitán no parecía mala persona, era un hombre fuerte y robusto,...

Buscando una polla que me follara, entré a ...

Buscando una polla que me follara, entré a los aseos públicos. Enrojecido y temblándome las piernas, miré hacia él, clavando mis ojos en la tremenda tranca que tenía el tío aquel. Dios, otro escalofrío recorrió mi cuerpo, al observar detenidamente aquella tranca. Aquello me asustó al verlo.

No recuerdo por qué aquella mañana había ido a la calle de la torre, el caso es que como andaba caliente y salido como un burro, al llegar a la plaza de España y ver los aseos públicos que allí hay, la excitación y calentura que llevaba se dispararon. Dios, nada más ver las escaleras de bajada a los aseos públicos, una creciente excitación me recorrió todo el cuerpo, produciéndome una erección instantánea.

Al principio no me atreví a bajar a los aseos, nunca había ido a aquellos aseos públicos, y no s...

Aquella noche me hizo suyo, Mustafá, el marroquí

Se había dado cuenta de que cada vez que me miraba mi perturbación iba en aumento. una excitación se iba apoderando de mi entrepierna. No sabía cómo hacer para ocultar el abultamiento de mi paquete, cada vez aquello crecía más y más, sin yo poder remediarlo.

Se llamaba Mustafá, era marroquí. Nos vimos por primera vez en la feria de artesanos que se celebra en La Coruña en el mes de agosto. Estaba trabajando en una de las casetas de marroquinería que había ese año en los jardines de Méndez Núñez, que es donde se suele instalar dicha feria. Estaba él solo, estaba trenzando una pulsera de cuero que luego ofrecía a los visitantes.

Nada más cruzar nuestras miradas, sus ojos se clavaron en los míos; tenía unos ojos negros de mirada profunda, rodeados por unas l...

Sodomizando a un hetero por primera vez

Este relato lo escribo a petición de uno de los lectores, el cual me pidió que escribiera varios relatos, uno de cómo fue su primera vez en el sexo gay, siendo él hetero. Este es el segundo relato que le escribí, a ver que os parece.

Eran las 10 de la mañana, cuando de repente sonó el timbre de la puerta de mi apartamento. Yo me encontraba sentado frente al ordenador, escribiendo uno de mis relatos. Estuve tentado a no levantarme, pero recordé que el día anterior, hablando por teléfono con uno de los compañeros que paramos en la cafetería, este me comentó que le habían regalado un teléfono nuevo, pero que no sabía como hacer para pasar los contactos de su viejo teléfono, a este otro. Este nuevo teléfono, era un iPhone, y le había dicho...

Mi primera vez

Este relato lo escribo a petición de uno de los lectores, el cual me pidió que escribiera varios relatos, uno de cómo fue su primera vez en el sexo gay, siendo él hetero. Le gustó, pero... Quería que cambiara las edades, por lo que tuve que escribir otro relato. Veamos si les gusta el primero que

Este relato lo escribo a petición de uno de los lectores, el cual me pidió que escribiera varios relatos, uno de cómo fue su primera vez en el sexo gay, siendo él hetero. Le gustó, pero... Quería que cambiara las edades, por lo que tuve que escribir otro relato. Veamos si les gusta el primero que escribí.

Me llamo Damian, los amigos por abreviar me llaman Dan. Esto que voy a contar, ocurrió hace unos años, de aquellas estaba estudiando en el instituto. Siempre fui heterosexual, pero un día… ocurrió lo...