La mirada de un hombre alfa, reclamándome

Bastó una sola mirada, para hacerme saber lo que me iba pasar aquella noche. Son de esas miradas que lo dicen todo, son miradas que te perturban, te dejan hipnotizado y sabes lo que quiere y desea de ti. Es la mirada con la que te está reclamando, te grita que le perteneces, que quiere sodomizarte

Había salido a dar una vuelta por el centro de la ciudad, era y es La Coruña, tenía ganas de beber algo y de paso escuchar algo de música.

Se me ocurrió ir al Pub que estaba de moda, se llamaba Salón, otros lo conocían por el indio, ya que en la entrada había la estatua de un indio apache, al igual que en su interior decorando sus paredes, había fotografías de indios apaches, y una donde se veía a el jefe apache, Jerónimo, allí había música en directo, era un lugar agradable, incluso si tenías suerte,...

Sodomizado en el aseo de una gasolinera en Burgos

¿Qué estás haciendo? Me dijo. Estoy cambiándome de ropa, haber si puedo sacarme un poco el frío, e iba a mear. Le dije mirando con ojos de cordero degollado, a aquel empleado, que no me sacaba la vista de encima.

Me habían dado una semana de permiso en el cuartel donde estaba realizando el servicio militar, era la Academia General Militar de Zaragoza, y aunque no disponía de dinero para el viaje a casa, decidí ir haciendo autostop.

Estaba prohibido hacer dedo, si te cogía la policía militar, te arrestaban, pero aún así me arriesgué. Sin cambiarme de ropa, de esa manera solía ser más fácil que te pararan los conductores, me puse a hacer dedo vestido de militar. Tuve suerte y en seguida me paró un camionero, iba...

Los comienzos de un adolescente gay

Cuando entre la pandilla de amigos, nos reuníamos a masturbarnos en grupo, yo me solía fijar en los penes de los amigos, y eso me excitaba y ponía caliente. No decía nada para que no me llamaran maricón y me dieran de lado, hasta que vas descubriendo que eso que te pasa a ti, también les ocurre a

Yo por aquel entonces, trabajaba en unos almacenes, había empezado de chico de recados, hasta que al poco tiempo me pasaron como aprendiz, colocar mercancía, preparar pedidos, etc.

Yo sabía que mis gustos sexuales no eran como los de muchos de mis amigos, vamos que sabía que era homosexual, pero no lo quería reconocer. Pero… la realidad es terca, cada vez que miraba una revista de sexo, me fijaba más en los hombres que en las mujeres, me excitaba ver aquellos enormes penes y no las tetas de las chicas...

Nos volvimos a encontrar por casualidad,en el cine

¿estás bien? Me preguntaron. Me giré a la vez que me erguía, contestándole que sí, que solo era que había devuelto. Al vernos a la cara, reconocí a aquel hombre, era Jaime, el maduro que me había citado en su casa, después de sodomizarme en los aseos públicos de la calle Fernández Latorre

Aquel sábado andaba de fiesta con los amigos, habíamos estado en la calle de la Franja, tomando unos porrones de vino en el Priorato, donde además del clásico porrón de vino, habíamos comido unos cacahuetes, y varios amigos fumado unos porros. Porros, que compartieron, y aunque yo no fumaba porros, había dado varias caladas. Luego de salir del Priorato, ya bien puestos, nos metimos en el Veade, una tasca que había en la calle de la barrera, allí nos pusimos a beber unas tazas de ribeiro, y por supuesto segu...

Me abrieron el culo y preñaron en el aseo

Le toqué la entrepierna, sobé su paquete con mi mano, mientras le miraba a los ojos y me acercaba a él, los labios de ambos se quedaron rozando mientras yo sobaba y le palpaba el bulto que tenía en su entrepierna. Dios, si yo estaba con la polla tiesa y dura, el chaval, no estaba menos, menuda

Había ido al centro de la ciudad aquel día, La Coruña, como muchas veces había terminado en el bingo del casino, y por supuesto como casi siempre, había quedado sin dinero, solo me quedaban unas calderillas, suficientes para pillar un taxi y poco más.

Serían algo más de las 3 de la madrugada, cuando iba por los cantones después de haber salido del bingo, al llegar al semáforo, crucé hacia los jardines de Méndez Núñez, a ver si había ambiente y podía echar un palito.

Recorrí todo el contorno de l...

Me dio por el culo en el portal del edificio

Yo seguía dudando, cuando veo que lleva la mano a su entrepierna, se agarra el paquete con la mano, haciéndome señas para que fuera, a la vez que me ofrecía su polla, girándose e indicándome aquel pasillo estrecho y oscuro.

Iba de camino para casa, a las 4 de la madrugada cuando nos encontramos. Yo venía bajando las escaleras que vienen desde la calle Falperra y acaban en el principio de la ronda de Nelle, justo enfrente a la iglesia de San Pedro de Mezónzo. Hacía poco que las habían hecho, al igual que los edificios que suben la ronda de Nelle, de hecho, todavía no estaban terminados de todo y aún no vivía gente en ellos, o al menos en la mayoría de ellos.

Venía del centro de la ciudad (La Coruña), de tomar unas copas y...

A la salida de clase, abusaron sexualmente de mí

Estudiaba en el instituto Masculino, de La Coruña, así se le llamaba y sigue llamando al instituto Salvador de Madariaga, de aquellas era solamente masculino, hoy es mixto. Teníamos clase por la mañana y también teníamos algunas clases por la tarde, esta solía ser gimnasia, era la que aquel día t

Estudiaba en el instituto Masculino, de La Coruña, así se le llamaba y sigue llamando al instituto Salvador de Madariaga, de aquellas era solamente masculino, hoy es mixto. Teníamos clase por la mañana y también teníamos algunas clases por la tarde, esta solía ser gimnasia, era la que aquel día tenía. Después de terminar en el instituto, yo y algunos alumnos más íbamos a clases particulares, les llamábamos pasantía. Yo iba a una que quedaba muy cerca del instituto, concretamente en la calle Archimilton. Sol...

Descubriendo por primera vez los aseos públicos

Mientras estaba esperando a que saliera mi padre, un señor de más o menos su misma edad, desde la puerta se puso a hacerme insinuaciones para que entrara, eran insinuaciones de carácter sexual, o al menos así las interpreté yo, y es que no dejaba de echar mano a su entrepierna, tocando aquel paqu

Ya había comenzado la liga de futbol ese año, y en unos días comenzarían de nuevo las clases en el instituto. Ese primer domingo de liga, había acudido al futbol con mi padre, a ver en Riazor, a nuestro equipo el Deportivo de La Coruña.

El partido como solía ser costumbre en aquella época, empezaba a jugarse a las 4:30 de la tarde, por lo que a las 6:15 más o menos, estábamos saliendo del estadio, estadio de Riazor, en La Coruña. Caminaba junto a mi padre hacia la plaza de Pontevedra, en la plaza de P...

Mi iniciación en el sexo

Después de estar por lo menos una hora ayudando al viejo marinero, cuando íbamos devuelta en el bote para el muelle; este lo amarraba en la dársena de La Coruña; me iba hablando de sexo, de que, si había que tener cuidado al hacerlo, que hacerlo con mujeres era peligroso, que se podía contraer mu

Mi despertar sexual, ocurrió cuando tenía 18 años, de aquella iba al instituto (instituto Masculino, así se le llama al instituto Salvador de Madariaga). Por supuesto de La Coruña, que es donde pasó lo que relato.

Los primeros días no paraba de pajearme, me masturbaba hasta la extenuación, vamos que ya no salía nada por mi pobre polla, solo salía una espumilla, que más que semen, parecía nata batida a punto de nieve. Luego pasé a las pajas grupales, o sea con los amigos; solo eran eso, pajas y nada má...

El ciruelo del viejo de la muleta

¡Joder! Menudo ciruelo que se gastaba el viejo de la muleta, y había salido tan pancho del retrete, igualito que si aquello fuera su casa. Se colocó en el primer urinario, apoyó la muleta en la pared, justo al lado izquierdo, y exhibiendo el ciruelo que le colgaba, miró para el hombre que lav

Desde que tenía 18 años y descubrí por mera casualidad lo que pasaba en los aseos públicos, me aficioné a ir a ellos. En estos lugares he hecho y me han hecho de todo, hasta robarme y violarme.

Luego vinieron los lugares públicos y al aire libre, me excita ser expuesto siendo exhibido y que vean cómo me dan por el culo. Me estresa y excita una barbaridad, que mientras un buen macho me está dando por el culo, me exhiba a los demás, viendo estos como me coge y me preña el culo con su semen.

La may...