Follado por el gitano y sus colegas

Uy payo, vaya culito que tienes, me decía pegándose más a mí. Mira cómo se me pone la verga, payo. Me había arrimado su polla al canal de mi culo, por lo que me hizo estremecer. Eh, le protesté mientras me giraba hacía él.

Llevaba unos días trabajando de manera eventual en el puerto de La Coruña; se trataba de descarga de pescado congelado; allí trabajaba toda clase de personas, había gitanos, emigrantes, parados que no encontraban trabajo, etc. Había también mujeres en las descargas. Normalmente los que éramos eventuales, nos cambiábamos aparte de los que eran fijos. Teníamos 2 zonas de vestuario, uno para las mujeres, y otro para los hombres; aparte de estos vestuarios, luego estaban los vestuarios de los trabajadores fijos...

Me vio, me siguió y terminó dándome por el culo.

Empezó a subirme y bajarme la piel del prepucio, mientras me acariciaba los huevos con la otra mano, y con su boca pegada a mi nuca, me mordisqueaba la misma.

Andaba caliente y salido cómo una perra en celo. Ya había ido a varios aseos públicos, sin encontrar quien me metiera una polla en el culo; nada de lo que había encontrado me había terminado de convencer; así que esa noche antes de bajar al centro de la ciudad, se me ocurrió pasar primero por los aseos de la estación de ferrocarril, a ver que ambiente había.

No solía ir por dichos baños; no me gustaban mucho; por la cantidad de gente que solía haber, y yo era bastante tímido.

Serían sobre las 9...

Terminé claudicando y entregué el culo al musulman

Cógela, me dijo, no tengas miedo. No, yo no no, tartamudeaba mientras posaba mi mano sobre su polla. La solté como si me hubiese dado un calambrazo, agachando la cabeza y tratando de serenarme. Vamos me dijo volviéndome a coger la mano y ponerla sobre su polla. Que no te de vergüenza,

Se llamaba Mustafá, trabajábamos juntos desde hacía unas semanas eventualmente para una empresa que llevaba la limpieza, mantenimiento y ambigús de las instalaciones deportivas del municipio.

Cuando había cualquier acontecimiento deportivo, nos encargábamos de proporcionar almohadillas a los que la solicitaban, luego de recogerlas, limpiarlas, lo mismo que las instalaciones, y quedaran listas para el próximo evento.

Otros se encargaban del ambigú, donde se vendía bebidas, café, bocadillos, etc. ...

Apoyado al árbol en los jardines me folló.

Apoyado al árbol en los jardines de Méndez Núñez, me folló Decidí antes de irme para casa, pasar por los cantones, a ver si me atrevía y cruzaba hacia los jardines de Méndez Núñez, donde podría encontrar alguna polla que me diera por el culo.

Era un día de mediados de junio, era martes, y en unos días comenzaría el verano oficialmente, en la ciudad donde vivo, y transcurre este relato; relato verídico.

ese día había hecho calor, y por fin podía disfrutar de un buen día en aquellas pequeñas vacaciones de las que estaba disfrutando.

Había ido a la última función del cine a ver una película, después de haber bebido algo y pasear por el centro de mi ciudad, que es La Coruña.

Era demasiado pronto para ir a los Pubs que estaban de mo...

En la casa abandonada me dio por el culo

Se puso a mi espalda poniendo una mano en mi culo, a la vez que llevaba la otra a mi polla. La empezó a acariciar, bajó el prepucio descapullando el glande, luego me cogió los huevos, me los acarició y sobó. Se pegó más a mí subiendo su mano por mi vientre, hasta llegar a los pezones, los apretó

Pasaban de las 12 de la noche, cuando de camino a casa me encontré con él. Yo venía del centro de la ciudad; iba a dormir ya que al día siguiente tenía que levantarme a las 8 de la mañana; había ido a ver si encontraba con quien follar. No lo había conseguido, por lo que como se me hacía algo tarde, decidí marcharme para casa.

Venía caliente y con ganas de encontrar quien me diera por el culo. Así que procuraba ir por donde pudiera encontrar alguien que estuviera tan salido como yo.

En el trayec...

El moro me hizo suyo 3ª parte

Mojó sus dedos con saliva, llevándolos luego a mi culo, repitió varias veces hasta mojar de saliva bien mi ano, luego acariciando el esfínter con un dedo, fue empujándolo, hasta que consiguió abrirme el culo.

Ya había disfrutado 25 días de vacaciones en mi casa, pero aún me faltaban 20 días que iba a pasar con Jabibi.

Viajaba en el avión que estaba a punto de aterrizar en Marruecos (Casablanca), allí me estaría esperando Jabibi.

Nada más salir de la aduana, ya vi a Jabibi. Con una inmensa sonrisa en su cara, se abrazó a mí, y después de los saludos protocolarios, tiró por mí llevándome hasta su coche, donde dejamos el equipaje, volviendo luego al aeropuerto para tomar algo en la cafetería, ya que yo...

El moro me hizo suyo 2ª parte

Cuando nos vestimos con la ropa de trabajo, el moro solo se puso los calcetines, el buzo, y las botas de agua. O sea que debajo del buzo, iba totalmente en pelotas. Yo iba igual que él, solo que llevaba puesto un slip. Cuando me vio ponerme el slip, acariciándome el culo, me dijo, va a ser mejor

A las 9:30, ya habíamos subido a bordo del barco. Habíamos dejado las pertenencias en el camarote que nos correspondía a cada uno. El moro Jabibi y yo, teníamos un camarote para los 2 solos, otros iban en camarotes de 4, otros igual que Jabibi y yo, y los oficiales y técnicos, iban en camarotes individuales.

Cuando repartieron la ropa de trabajo y camas, todos fuimos a hacer las camas de cada uno, ordenar la ropa, y vestirnos con la ropa de trabajo. Cómo no hacía frío, solo consistía en un buzo de tra...

El moro me hizo suyo

Mira como me has puesto, me decía mientras me sujetaba la mano y la llevaba a su entrepierna. Yo, yo no he hecho nada, le dije. Solo me he desvestido para ducharme e irme a dormir.

Eran tiempos de crisis, y los trabajos abundaban poco, no había manera de conseguir trabajo fijo. Lo único que conseguía eran trabajos eventuales en el puerto. Hasta que me salió la oferta de embarcar en uno de los congeladores que iban a pescar a aguas de Marruecos.

No dudé en aceptar la oferta. La campaña sería de 6 meses, pero tendríamos que convivir con trabajadores marroquíes, y es que más de la mitad de los trabajadores, serían de nacionalidad marroquí. No me importó ese detalle, aunque mucha ge...

Venancio, el viejo tendero 6

Quiero follarte hoy, estoy que reviento de ganas, me susurró al oído mientras me acariciaba los huevos y se restregaba por mi culo.

Ya era domingo, y desde el jueves pasado; el día de la orgía en el bar, no había vuelto a ser follado por Venancio, ni por nadie más. Estaba escuchando el partido de fútbol, cuando entraron en el bar la pandilla de chavales del jueves, con los que venía Luca, el jovencito con el que habíamos tenido la orgía, y nos había grabado con el teléfono. Al principio no le había dado mayor importancia a lo de la grabación, pero al día siguiente, después de recapacitar, no estaba muy tranquilo. ¿para que quería aquell...

Follado en los aseos públicos de la playa de Riazo

Tranquilo me dijo, a la vez que con una mano en la cabeza me empujaba para que me agachara. Abre la boca me ordenó. Temblándome las piernas y mirando para todas partes, a causa del nerviosismo que me había entrado, eso hice. Me agaché, abrí la boca, me sujeté a sus piernas con las manos, y empecé

Llevaba varios días que andaba salido y caliente a rabiar, deseando que alguien me diera por el culo, pero el problema es que era muy vergonzoso y tímido. Además, no terminaba de aceptar mi homosexualidad.

Eso de ir por las zonas de ambiente gay, me aterraba, solo conseguía ir cuando la calentura que tenía me hacía perder toda clase de vergüenza. Pero eso sí, eran sitios públicos y al aire libre, a poder ser a altas horas de la noche. Solo en algunos aseos públicos, me atrevía a entrar por el día, sie...