El vagabundo y su dama.

Acercándose a mí con la polla de fuera me dijo, ¿quieres tocarla? No no, tartamudeé terminando de ponerme colorado. Yo no no, tartamudeaba mirándole a los ojos sin saber que decirle.

El vagabundo y su dama.

Me encontraba fumando al pie del portal de mi casa, antes de subir a dormir. Eran las 2 de la madrugada, la calle estaba oscura y silenciosa, cuando de pronto se empezó a escuchar el ruido de algo siendo arrastrado. Miré hacia la derecha viendo que Venía por la calle tirando de un carrito, un vagabundo. Al llegar a mi altura se paró junto a los contenedores de basura que hay, empezando a buscar en ella, quitaba bolsas de basura, luego metía en el contenedor un palo que llevaba,...

Me llevó a un vagón del tren.

¡Ufff! Menuda polla se gastaba el tío, estaba empalmado cómo un burro, tenía la polla tiesa a más no poder, su colorada y enrojecida punta se erguía hacia el techo toda orgullosa. Aquella visión de la polla del viejo me había dejado hipnotizado, estaba hinchada y se veía asomar la cabeza enrojeci

Hacía más de una semana que no me pajeaba, ni había ido a que me sodomizaran, por lo que empezaba a andar más caliente que una manada de yeguas en celo. Así que ese sábado sí o sí, iría en busca de quien me diese por el culo.

Durante la tarde del sábado me estuve preparando para bajar al centro de mi ciudad e ir a que me sodomizaran. Iba duchadito y con el culito bien preparado, dispuesto a que ese día me preñaran el culo sí o sí.

Eran las 7 de la tarde cuando salí de casa, pero cómo todavía era...

El viejo de la estación me lleva a su casa.

No se le pasó desapercibido al viejo, mi estado de empalme y la calentura que llevaba encima. Joder cómo estás, andas bien salido me decía, acariciándome la polla y huevos a la vez que me estrujaba los cachetes del culo. Si quieres luego vamos y te llevo a mi casa, que me gustaría meterte en mi

Aquella tarde de verano estaba bebiendo una cerveza en uno de los bares que hay en el barrio donde vivo, cuando mirando cómo pasaba la gente por la acera, vi pasar al viejo que me había dado por el culo en los soportales de aquel edificio que se encuentra enfrente de la estación de ferrocarril. Me había visto en los aseos de la estación, luego me había seguido, terminando por darme por el culo en los bajos de aquel edificio. Aquello me trajo agradables recuerdos, por lo que me empecé a poner cachondo, la po...

En el barco atracado al muelle me rompen el culo 2

¿Quieres que te vuelva dar por el culo, mariconcito? Mira cómo está ya tu pollita, ya se está levantando con las caricias que te doy.

Cuando llegamos al comedor, ya venía de la ducha Fidel, toma Pedro, le dijo entregándole la toalla. Déjala ahí en el banco, que voy a buscar algo para beber. ¿Tú te vas o te quedas a beber algo? Le preguntó Pedro el chabolista a Fidel. Bueno ya que invitas, tomaré algo.

El chabolista entró en la cocina, y al momento apareció con 3 vasos y una botella de vino. Joder Pedro, ¿no tienes otra cosa que no sea vino? Anda se bueno y saca esa botella de Whisky que tienes apalancada, y nos hacemos unos cubatas....

En el barco atracado al muelle, me rompen el culo

Ay maricón, que ganas te tengo. Me decía mientras me iba mordiendo los labios y saboreando mi boca. Me fue dando la vuelta y mientras pegaba su paquete a mi culo y lo restregaba por él, me iba mordiendo la nuca, mientras con sus manos empezaba a desabrocharme el cinturón, luego hizo lo mismo c

Era ya media tarde, cuando iba por el puerto de La Coruña camino a mi casa, después de haber tenido que trabajar aquel sábado. Pero bueno, ahora hasta las 8 de la mañana del lunes, tendría libre.

Al pasar por al lado del bar del puerto, me entraron ganas de beber una cerveza, y es que andaba muerto de sed. Así que sin pensarlo entré y pedí una cerveza, la cual casi la bebí de penalti, por lo que pedí otra más, y cuando ya había pagado ambas cervezas y estando ya casi terminada esta segunda cerveza, el...

El curita me vuelve dar por el culo

Mientras iba caminando para mi casa, iba pensando que el muy cabrón del cura, lo que me iba dar, era una buena ración de polla en mi culo. Pero bueno, no había estado nada mal el día que habíamos estado Andrei y yo, con el cabroncete del curita aquel.

Hacía unos días que había ido con Andrei, el rumano, a la casa que tiene el cura pegada justo detrás de la iglesia, y había sido follado por ambos. Ese día al pasar por debajo del viaducto, para ir hasta el puerto, no vi allí aparcado el monovolumen de Andrei. Al ir con prisas, no me paré a echar una ojeada, por si lo había cambiado de sitio; lo haría a la vuelta; y es que ya deseaba volver a ser follado por aquel guapo rumano, que tan ricamente me daba por el culo, y que tanto me había hecho gozar la últim...

Andrei el rumano, 3ª parte

Giré la cabeza para ver al cura, y mis ojos se fueron directamente a su rabo, menudo rabo que se gastaba el curita tenía una verga larga he hinchada a tope, y colorada que parecía a punto de reventar. No te asustes, Dani, anda ven y agárralo ya verás que es cómo el de cualquier otra persona.

Aquí continuamos con el relato, justo donde lo dejamos en Andrei el rumano 2ª parte.

Nos vestimos y una vez listos, salimos del monovolumen, y nos dirigimos hacia la iglesia; Solo teníamos que cruzar la calle, y ya estábamos frente a la iglesia.

¿Por dónde hay que entrar? Le pregunté a Andrei.

¿Es por la puerta principal de la iglesia?

No, vamos a aquella puerta que es donde tiene la vivienda, me contestó Andrei.

Al llegar allí, Andrei levantó la tapadera de una cajita transpar...

Andrei el rumano, 2ª parte.

Andrei, me cogió la mano llevándola a su entrepierna, mientras me decía, mira cómo estoy. ¡Dios! Tenía la polla dura cómo un fierro. La cabeza se le asomaba por la cintura del pantalón, y se veía el glande rojo he hinchado a más no poder.

Hacía unos días que, al salir del bingo de 4 caminos, en la ciudad de La Coruña, ciudad donde vivo, al irme para casa tuve que parar justo debajo del viaducto a causa de la tromba de agua que ese día estaba cayendo. Estando esperando a que amainara un poco la lluvia, había salido de un monovolumen que había allí aparcado, un joven rumano, Andrei, se llamaba, con el que había estado follando; bueno más bien me había dado por el culo, y por cierto que me había dejado bien satisfecho. Pues unos días después de...

Andrei el rumano.

Yo había quedado mirando para aquella verga que había sacado el rumano Andrei. Se había sacado hasta los huevos, y en aquel momento me vino al recuerdo la polla que había visto a un hombre , y había entrado a unos aseos públicos a mear. Había quedado tan estupefacto al v

Después de llevar 6 meses fuera de mi ciudad (La Coruña), por fin volvía a estar de nuevo en mi querida Coruña. Llevaba 5 días de vacaciones ya que había desembarcado el martes a las 9 de la noche, y no volvería a embarcar hasta al menos finales de mayo o primeros de junio; más o menos teníamos 45 días de vacaciones; ese día Era domingo y después de haber estado paseando, haber ido al cine, ahora tenía intención de ir a tomar algo, y luego tratar de buscar algún ligue que me follara y aplacara la calentura...

Chingado otra vez por el gitano

Aquella mañana cada vez que coincidía con el gitano, si tenía oportunidad de meterme mano, no lo desaprovechaba, con mucho disimulo me pellizcaba el culo, me metía mano, hasta llegó a restregar su paquete por mi culo, dejándome notar cómo estaba de empalmado.

El lunes cuando llegué a trabajar a la descarga del pescado congelado, volví a coincidir en los vestuarios con el gitano y sus 2 colegas. Me saludaron dando los buenos días y me puse a cambiar de ropa para empezar a trabajar. Me senté en el banco justo enfrente del gitano, ya que era donde tenía la taquilla. Él ya estaba listo para salir, pero se quedó esperando que yo me cambiara; los 2 amigos ya se habían marchado, al igual que la mayoría de la gente; cuando estaba colocando la ropa en la mochila y guarda...