Tino, mi perverso vecino, me rompe el culo
Bueno bueno, pero si es mi vecinito. Menos mal que esta vez no me has fallado, me decía dejando que su bata se abriera mostrándome la enorme pija que le colgaba.
Cada vez que se acercaba el sábado, me iba poniendo más nervioso. Sabía que tenía que acudir a la casa de mi perverso y chantajista vecino, Tino. Estaba completamente seguro de que iba a volverme a dar por el culo, y la verdad es que aparte de no gustarme nada de nada mi perverso vecino, me asustaba que volviera a romperme el culito con aquel monstruoso consolador que tenía y me había ensartado la otra vez, cuando acudí a los trasteros. Además, temía que quisiera volverme a amarrar y me volviera a sacar fot...