Rozando el Paraíso 8
¿Os conocéis del Club? ¿Qué Club? inquirió ella intentando saciar su curiosidad con astucia. No había planeado hablarle todavía de la existencia del Club. Pero no siempre las cosas ocurrían como uno quería y aquel momento le parecía tan bueno como cualquier otro para explicarle una parte importante de su relación con ella.
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El lunes se despertó agotada. Tenía los pezones doloridos y sus orificios naturales irritados por las intensas sesiones de sexo a las que Lara y Orlando la habían sometido el fin de semana. A pesar de todo nunca se había sentido mejor. La sensación de dormir acurrucada como un gato entre los cuerpos desnudos de sus amos había sido grandiosa. Ni siquiera se sentía capaz de describirla. El calor de sus abrazos, sus caricias tranquilizadoras, sus susurros de aprobación hacían que hasta el placer de...