Confinamiento
Le encantaban los días soleados. Y aquel era espléndido. El sol brillaba con fuerza en medio de un cielo azul sin mácula, sin rastro de contaminación o estelas de aviones... Era como si hubiesen vuelto los viejos tiempos. Paseó por el parque desierto...
Le encantaban los días soleados. Y aquel era espléndido. El sol brillaba con fuerza en medio de un cielo azul sin mácula, sin rastro de contaminación o estelas de aviones... Era como si hubiesen vuelto los viejos tiempos. Paseó por el parque desierto, aspirando el aroma de las primeras flores de primavera hasta que un tipo vestido de camuflaje con un arma en la cadera y cara de malas pulgas se le acercó hablando desde detrás de una mascarilla. ¡Mierda, aquella gente era como la gonorrea! Un minuto de place...