Un jubilado, dos francesas y un Citroën 2 CV (8
Llegó el día que volvieron mis hijos del crucero y suponía que me quedaría como el rey de mi casa pero mis planes no fueron nada esperados.
Por la mañana me levanté temprano, no sabía la hora que vendría la pareja del crucero y quise asear la habitación, no tenía ni idea de sus planes, aunque rogaba a todos los santos que comieran en casa, recogieran a la consuegra y se fueran enseguida.
Extrañamente este día Virtudes no se levantó pronto y cuando al fin salió de su habitación me sorprendió, apareció totalmente cambiada, se había pintado los labios y los ojos y con algo de maquillaje no parecía ella, además se había puesto un vestido que...