Las mil y una noches persas - sexo diplomatico
España manda a un brillante joven embajador a Irán. De follar poco a no parar viviendo al limite por culpa de una mujer.
El problema de ser brillante y relativamente bien parecido, disculpen la modestia, es que, por lo menos en el ministerio de exteriores español, te dejan poco espacio para la aventura.
Después de dejarme los cuernos estudiando para ser diplomático, mientras mis amigos ya con la carrera acabada se dedicaban a ganar dinero y gastárselo, el ministerio me lo pago con un cargo en una oficina en el propio ministerio. Yo que había estudiado para tener grandes aventuras y defender el nombre de España por esos...