Por culpabilidad
Cristóbal está muy deprimido tras su divorcio, se refugia en cantidades ingentes de trabajo para no pensar, y eso preocupa a los que le rodean, que le ayudarán aunque no quiera.
-Viola, ¿tienes para mucho rato aún?
-Ya te lo he dicho, pasa si quieres, no me molestas.
Cristóbal dudó unos momentos, incluso llegó a acercar la mano al tirador de la puerta del baño, pero finalmente se rajó.
-No, deja. Es igual, esperaré. y apoyó la espalda en la pared del pasillo, mirándose los pies descalzos. Hacía ya casi un mes que vivía con Viola, pero aquello no tenía las connotaciones agradables que incluso sus compañeros habían supuesto. Margarita, su esposa, había descubi...