Recuerdos de cine, ya en casa

Daniel recuerda los principios de su relación con Mati, bastante más difíciles de lo que cabría suponer, pero finalmente superados.

Mati suspiró, profundamente, como si se le escapara el alma, como si estuviera a punto de desmayarse de agotamiento, y se dejó deslizar, casi caer más bien, junto a Daniel. Ambos sudaban y jadeaban como si acabaran de correr la maratón… "pero una maratón de orgasmos", pensó confusamente Daniel, buscando a tientas entre las sábanas la mano de Mati, para apretarla. Mati gimió dulcemente al sentir la mano de su compañero y le miró a los ojos con cariño, pero no pudo ni balbucear un "te quiero"; estaba ag...

Recuerdos de cine, en el cine

A Daniel y Mati se les chafa la película tras un encuentro inoportuno, pero ya se sabe que, cuando se cierra una puerta, se abre una ventana...

-Bueno, ¿cuál vamos a ver? – Daniel estaba exultante de felicidad, y la verdad que tenía motivos para estarlo. Era una espléndida tarde de primavera, casi de inicio de verano, la temperatura era estupenda, ni él ni Mati llevaban ya el yeso de los brazos rotos, que habían curado más rápido de lo esperado, sólo seis semanas… en la empresa se estaba hablando de un ascenso a jefe de contabilidad, y tenía muchas posibilidades de ser "el elegido", en definitiva, que había motivos para estar contento y celeb...

Enséñame a bailar

Irina va a tener que usar métodos muy agresivos si quiere que Oli venza su timidez para aprender a bailar.

"First I was afraid, I was petrified…." Sonó en el equipo cuando puse el cd de "música para no aburrirse limpiando" que tengo precisamente para eso. Irina, mi mujer, había salido a comprar croissants para el desayuno, y mientras, en lugar de quedarme dando vueltas en la cama a lo bobo, pensé que podía ir adecentando la casa un poco, así que me armé con el plumero, abrí las ventanas para ventilar, y mientras limpiaba el polvo del salón, empecé a bailotear…. Me llamo Oliver y hasta a los bibliotecarios...

Hechos el uno para el otro

A los ojos de los demás, son dos sosainas, pero ellos saben disfrutar de sí mismo... aunque sea en un hospital con un brazo roto.

Daniel caminaba despacio, sosteniendo con algo de dificultad el ramo de flores en una mano y los bombones en la otra, e intentando al mismo tiempo esquivar a la marea de gente que había en el pasillo del hospital. Después del partido de fútbol, se había montado un jaleo de los gordos, y había un montón de heridos, afortunadamente, la mayoría no eran serios… pero para él, le ponían en un aprieto. Sería capaz de tropezarse consigo mismo, no digamos con el pasillo lleno de personas. Se pusiese donde se p...

¿Qué sabes hacer en diez minutos....?

Cuando tienes una aventura, es preciso saber aprovechar el tiempo y las ocasiones.

Podía verle a través del cristal de la sala de profesores… sólo a través de las rendijas de las hojas de la persiana, pero le veía, sentado a la mesa, le había tocado guardia durante el descanso, y fingía leer exámenes. Cualquiera que le hubiera mirado, que sólo le hubiera echado un vistazo, hubiera podido pensar que efectivamente estaba corrigiendo los exámenes de antes de la evaluación navideña… cualquiera que le conociera tan bien como yo y se molestase en mirarle con atención, se hubiera dado cuen...

Aquí te pillo, aquí te mato, 2

Nuestra protagonista intenta averiguar quién de sus compañeros la poseyó a oscuras... pero sera él quien le dé una ayudita para que repitan.

La verdad que no se lo había tomado tan mal como yo pensaba… sabía que lo nuestro estaba muerto hacía tiempo, por más que yo quisiera engañarme y salvarlo… y cuando me di cuenta que yo había sido capaz de follar con un absoluto desconocido, que aún no sabía quién era, y engañarme a mí misma para justificarlo, aquello sólo intensificó más la sensación de que nuestra relación se había terminado tiempo atrás. Mi exnovio, Alfonso, había parecido incluso aliviado cuando le dije "hasta aquí hemos llegado"....

Feliz cumpleaños, Irina

Oli quiere hacer a su esposa un regalo muy especial por su cumpleaños, y eso implicará vencerse a sí mismo.

(Para un gran amigo con un beso muy fuerte; Juanvi: te lo brindo)

-¿Si quiero QUÉ?

Hay veces en la vida en que hace falta tener valor, mucho valor… desgraciadamente, yo nací un poco falto de eso. Me llamo Oliver, aunque en la partida de nacimiento pone "Oliverio", y todo el mundo que me tiene un poco de confianza me dice simplemente Oli. Hasta no hace mucho, yo pensaba que el amor no era algo que yo fuese a conocer nunca, y tal certeza no me producía ya ni indiferencia… era algo que daba t...

Aquí te pillo, aquí te mato

Nuestra relación no va demasiado bien, hasta que hacemos algo extraordinario... todo sería perfecto, de no ser por un pequeño detalle de identidad.

-¡Maldita sea… me dejé el bolso en el cuartito! – dije, fastidiada. El "cuartito" es un pequeño trastero-habitación para todo que tenemos en el Instituto, dentro de la sala de profesores. Allí se cuelgan los abrigos, se meten las estufas cuando se dejan de usar en primavera, se olvidan los trastos viejos y las carpetas rotas hasta que alguien decide hacer limpieza… y muchas veces, alguien se deja algo olvidado en él. Con eso de colgar allí los abrigos, no pocas veces aparecen boletos de lotería premia...

El catarro del recién casado

Un estupendo modo de entrar en calor y relajarse...

-…Tienes que hacerlo, Irina… snif, snif… debes hacerlo

¿Mmmh…? ¿Qué cuernos pasa….? Son las tres y cuarto de la mañana… me he despertado porque he oído a alguien cerca de mí, llorando en voz baja… al fin me sitúo: soy Irina, estoy en mi alcoba de matrimonio, Oli duerme a mi lado y tiene pesadillas… llora y dice que tengo que hacer algo

-Oli, cielo… - en voz baja, le abrazo y le muevo suavemente para que despierte sin asustarse. Mi Oli abre los ojos, parece que en un principio no reconoce dó...

El uro y la cobra

Condenado a galeras por traición, el esclavo tendrá que recibir una cura de humildad más dura de lo que espera, por parte de quien a su vez le traición a él, porque estaba a punto de traicionarla a ella...

Entre crujidos y vaivenes, suave y lentamente, rompiendo la espuma de las olas, se mecía la hermosa galera del Emperador. Hyudus, el soberano más poderoso, reposaba tranquilamente en su asiento, ocupándose de sus asuntos y disfrutando del apacible viaje… para él. Para los galeotos, remeros forzados, la travesía no era tan agradable… en especial para uno de ellos. Kratos. Era el hijo adoptivo del emperador, un hombre fuerte, orgulloso, y ambicioso… y sus ambiciones le habían llevado a tirar de un remo,...