Internado disciplinario para chicas (3)
Me juré no enviar ningún relato más a esta página, pero mi vanidad me puede. Siguiente entrega, ¿qué verá nuestra protagonista por los televisores privados del Rector, y a qué nuevas dominaciones será sometida...?
Después de elegirme como su perrita y darme un alojamiento estupendo en el Internado, mi nuevo hogar, el Rector me había permitido bajar a mirar cómo les iba a las otras chicas, mis compañeras de promoción, que habían entrado en el Centro Disciplinario de la Madre Penitente ése mismo día. En aquél lugar, los padres dejaban a sus hijas "descarriadas" a objeto de que fueran enderezadas en realidad, el centro era el harén particular del Rector y su cuerpo docente, quienes, con pleno conocimiento de los...